Científicos e investigadores de 27 países han expresado su temor ante la posibilidad de que las aplicaciones de rastreo de contactos que se usan para combatir la pandemia de Covid-19 (nuevo coronavirus) puedan atentar contra la privacidad, e instan a los gobiernos a evitar usos indebidos mediante la descentralización de los datos recopilados.

Casi 300 académicos han expresado mediante una carta abierta su preocupación por la posibilidad de que ciertas innovaciones tecnológicas “puedan, de manera solapada, dar lugar a sistemas que permitan someter a la sociedad en general a una vigilancia sin precedentes”.

Apoyan el uso de tecnología basada en Bluetooth para el rastreo automatizado de contactos, en vez de herramientas fundamentadas en la geolocalización compartida, porque estas últimas conllevan riesgos de privacidad, debido a que los datos se envían a una ubicación centralizada.

Con todo, el mismo grupo ha advertido que algunas de las propuestas que prevén el uso de Bluetooth también podrían permitir actividades de vigilancia por parte de los gobiernos o del sector privado, y abogan por el desarrollo de una herramienta que no permita en ningún momento la recopilación de datos a gran escala.

El grupo también afirma que las aplicaciones no deberían acceder al “grafo social” de un usuario, información que muestra con quién se encuentra físicamente y cuándo, ya que tal capacidad implica un riesgo de que los hackers puedan espiar las actividades de las personas en el mundo real.

Insta “a todos los países a utilizar tan solo sistemas sujetos a supervisión pública y que por su mismo diseño respeten la privacidad”.

La comunidad académica pide que las aplicaciones de rastreo de contactos sean de uso voluntario, transparentes y se utilicen únicamente en apoyo de las medidas de salud pública destinadas a contener la pandemia.

En la misma carta, el grupo celebra la iniciativa de Google y Apple, anunciada recientemente, para crear conjuntamente una tecnología de rastreo de contactos.

El organismo Supervisor Europeo de Protección de Datos también ha abordado la posibilidad de que el uso de tecnología para combatir la Covid-19 pueda atentar contra la privacidad. Dicho organismo solicita el desarrollo para toda la Unión Europea de una única aplicación móvil que responda a las normas de privacidad vigentes.