La Comisión de Bolsa y Valores de EEUU ha abierto una investigación a Ericsson relacionada con su informe sobre la corrupción en Irak, al tiempo que las revelaciones sobre graves violaciones de la ética empresarial por parte del fabricante hallan un amplio eco.

En una breve declaración, el fabricante explica que ha tenido noticia de la medida y señala esta se debe a “asuntos descritos en el informe de investigación de la propia firma sobre lo acaecido en Irak en 2019”.

Ericsson añade que ha cooperado en todo, si bien aún es “pronto para determinar o predecir el resultado de la investigación”.

En febrero, el fabricante informó de los resultados de una investigación interna sobre sus actividades en Irak realizada en 2019.

Aparte de sacar a la luz graves incumplimientos de las normas de ética empresarial de la firma, la propia Ericsson planteó la posibilidad de que se hubieran realizado pagos a organizaciones terroristas.

Así, Ericsson halló pruebas de que se había efectuado una donación monetaria sin beneficiario claro, se había pagado a un proveedor por un trabajo de naturaleza poco clara y no documentada, se había recurrido a proveedores para efectuar pagos en efectivo, se habían financiado viajes y gastos inapropiados, y se había trabajado indebidamente con agentes de ventas y consultores.

Las conductas inapropiadas que se han descubierto se remontan a los años 2011-2019.

Las diversas revelaciones y la gestión de los resultados de la investigación interna también han suscitado las iras del Departamento de Justicia de Estados Unidos y de los accionistas.

En marzo de 2022, dicho Departamento informó a Ericsson de que la información proporcionada sobre la investigación en Irak previa a la firma de un acuerdo de procesamiento diferido a finales de 2019 era insuficiente. También alegó que dicho acuerdo se había incumplido al no comunicar los resultados posteriores de su investigación.