Un grupo representativo de directivos de la industria se ha reunido en el cuarto congreso anual D.Live de The Wall Street Journal, celebrado en Hong Kong, para debatir sobre algunas de las tendencias más candentes en tecnología, como por ejemplo los vehículos conectados, el transporte inteligente y los avances en inteligencia artificial (IA). Mobile World Live resume lo más interesante.

Carlos Ghosn (en la foto, abajo), presidente de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, ha afirmado en su intervención que la industria automovilística está a punto de experimentar una revolución que culminará en las emisiones cero y en los vehículos autónomos y conectados. Pero, al mismo tiempo, ha observado que todavía nos hallamos en los inicios de esta.

Ha declarado que “son muchas las personas que piensan que los coches autónomos están a punto de llegar, pero los limitados prototipos que ya existen no implican que la tecnología esté a punto. Todavía falta mucho en términos de solidez, fiabilidad… cartografía e incumplimiento de las normas por parte de las personas. Aún no ha llegado el momento.”

Ha puntuado la madurez de la conducción autónoma en un 4 ó 5 sobre 100, y ha otorgado tan solo un 10 a la conectividad y un 15 a los vehículos eléctricos.

La seguridad tendrá una gran importancia en la transición al vehículo autónomo, porque la supresión del factor humano podría reducir en un 90% las muertes en la carretera. Todos los años mueren 1,4 millones de personas en las carreteras de todo el mundo. “Un gran número de gobiernos están facilitando [la transición], porque contemplan sus beneficios, por lo menos en términos de seguridad”.

Ghosn afirma que las firmas tecnológicas no compiten con las empresas de automoción, porque ganan mucho más dinero en sus negocios propios que entrando formalmente en el sector del automóvil.

Explica que “es muy sencillo. La empresa que migra de un sector a otro busca mayores ganancias. No entrará en un sector en el que deba efectuar inversiones más cuantiosas, contratar un número mayor de empleados y obtener menos beneficios. Y además, tendrían que competir con firmas que han jugado durante muchos años en ese terreno.”

Afirma que las empresas tecnológicas trabajarán como aliadas de las firmas de automoción y las ayudarán a llevar a cabo los cambios revolucionarios. “Colaboramos con Waymo, Google, Microsoft, Uber, Didi… no competimos, son ellas las que quieren nuestros productos, son ellas las que quieren que nos impliquemos… competirán en su terreno, mientras nosotros competimos en el nuestro.”

Colaboración entre el sector privado y el público

Como era de esperar, el sector del taxi ha suscitado mucho interés.

Ming Maa (en la foto, abajo) es presidente de la firma Grab, con sede en Singapur, que hace poco adquirió las filiales de Uber que operan en el Sudeste Asiático. Ha perfilado su proyecto para organizar los desplazamientos rutinarios mediante un solo clic y un único pago.

El directivo afirma que las infraestructuras públicas de los países asiáticos se han quedado rezagadas frente al crecimiento de la población, por lo que los consumidores tienen que recurrir con frecuencia cada vez mayor a proveedores de servicios privados como la propia Grab. El problema es que, si todo el mundo se desplaza en taxi, la congestión empeora.

Ha declarado que “la verdadera oportunidad con la que contamos es la de conectar el sector privado con el público y conseguir que todo el sistema de transporte sea más eficiente, fiable y práctico”.

Ming afirma que, gracias a la adquisición mencionada, la presencia de Grab en Asia ha pasado de 30 ciudades a más de 200, y más de 90 millones de personas se hallan en su plataforma. Cuenta con

que sus ingresos durante el segundo trimestre alcancen los 1.000 millones de dólares (unos 820 millones de euros), con lo que multiplicaría por cinco los del período equivalente del año anterior.

El impacto de la IA

No es de sorprender que varios de los participantes hablen de la IA, y se han producido acalorados debates en torno a su impacto futuro sobre el empleo.

Ralph Haupter (en la foto, abajo), presidente de Microsoft Asia, ha expresado su optimismo sobre la generalización del uso de la IA y ha citado cuatro áreas clave en las que ofrece la misma calidad que los humanos: reconocimiento facial, reconocimiento de voz, lectura automática y traducción al chino.

Ha afirmado que “con esto vemos que la tecnología progresará con rapidez. La inclusión de un componente de IA en la oferta ocupa el primer lugar en la lista de tareas de todos los directivos.”

Haupter cita una encuesta realizada entre 1.600 directivos de empresa, en la que los entrevistados afirman que el 80% de los puestos de trabajo se verá afectado por la IA, y que un 15-20% de ellos desaparecerán. Pero añade que “con todo, la industria requiere conocimientos técnicos y capacidades, y a nuestro juicio, la necesidad de cubrir esa carencia compensaría con creces la destrucción del 20% de los empleos”.

Explica que lo importante, ahora, es que las empresas y los profesionales adquieran la capacitación necesaria para incorporar dicha tecnología y utilizarla, y afirma que “nos hallamos en un punto de inflexión. Tendremos trabajo en adaptarnos, pero la situación no es ningún desastre.”

Bing Xu, cofundador de SenseTime –una firma especializada en reconocimiento facial– señala que la IA tiene el potencial necesario para compensar la falta de mano de obra que se producirá a medida que las poblaciones envejezcan.

Explica que “la IA permite que las personas trabajen con mayor eficiencia gracias a las herramientas de automatización. Al mejorar la productividad, la IA transformará todas las industrias sobre las que ejerza su influencia.”

Privacidad

En una mesa redonda titulada “The Scope of Threat” (La magnitud de la amenaza), le han preguntado a Andreas Weigend, director de Social Data Lab, qué es lo que más le sorprende en la filtración de los datos de usuarios de Facebook, y este ha respondido: “La falta de integridad de las empresas implicadas. Este incidente debería ponernos en guardia a todos nosotros, y poner en guardia a la democracia.”

Connie Chan, socia de Andreessen Horowitz, ha explicado que el uso de aplicaciones móviles para pagar en tiendas físicas posibilita que los comerciantes accedan a datos precisos sobre las compras de cada uno de los clientes, y en algunos casos les permite conocer los artículos que han examinado sin llegar a comprarlos. Chan observa que “el teléfono tiene un papel clave en enlazar la presencia en línea y la presencia física del usuario”.

La posibilidad de que la actuación de los individuos en el mundo virtual produzca efectos en el mundo real y viceversa, aparejada con las revelaciones del pasado mes a propósito de Facebook, resulta desconcertante para algunas personas.