Los consejeros delegados de tres operadoras han expresado sus temores ante el gasto de capital que será necesario para construir las redes 5G, dada la baja rentabilidad de la 4G y la presión de las regulaciones y el entorno competitivo, que tiene efectos negativos sobre los ingresos.

Andrew Penn, directivo de Telstra, ha explicado en su intervención del 26 de febrero que la rentabilidad de las inversiones de capital efectuadas por las operadoras se halla en torno al 5% y disminuye sin cesar. Ha afirmado que las operadoras tienen que responder a las siguientes preguntas: “¿Cómo podemos estar seguras de que dentro de 10 años no nos hallaremos en la misma situación? ¿Cómo podemos estar seguras de que cuando hablemos de la 6G no habremos dejado pasar las oportunidades que nos deparaba la 5G?”

Del mismo modo, Mike Fries, consejero delegado de Liberty Global, reconoce que la mayoría de las operadoras europeas están “nerviosas” por los gastos en 5G y que “aún no tienen claro el modelo de negocio”.

Añade que “en Europa, los ingresos generados por los móviles llevan 10 años seguidos descendiendo, y el problema principal es el precio. Los consumidores quieren más por menos.”

Penn añade que es probable que las operadoras tengan que replantearse su estrategia comercial, como por ejemplo el empaquetamiento y las tarifas de sus productos de consumo. “Me temo que, si no lo hacemos, llegará un momento en el que tan solo transportaremos la información, y nuestros márgenes de beneficio se reducirán en consonancia.”

Más allá del mercado de consumo, Fries y Penn han apuntado que la empresa y la industria ofrecen importantes oportunidades a las operadoras para generar ingresos mediante el despliegue de tecnologías, como por ejemplo automatización y robótica.

La 4G como pista de despegue

Hatem Dowidar, consejero delegado de Etisalat International, ha explicado que los distintos mercados tienen diferentes necesidades, y que las operadoras de muchos mercados emergentes han terminado hace poco el despliegue de la 4G. Según el directivo, deberían concentrarse en rentabilizar las inversiones en 4G antes de lanzarse de cabeza a la 5G.

“Debemos tener la cordura de utilizar todavía la 4G, extraer de ella una mayor rentabilidad y llevar más conectividad a los no conectados, sin dejar de poner en marcha la 5G.”

Dowidar ha añadido que un punto muy importante consiste en ofrecer los servicios adecuados a las poblaciones adecuadas. Explica que “es muy importante que pensemos en lo que necesitan los clientes. Al cliente no le sirve de nada que le ofrezcamos una tecnología que elevará el precio del dispositivo hasta el punto de que necesite dos años de ingresos para adquirirlo.”