La GSMA ha instado a la Comisión Europea (CE) a ampliar el alcance de un proyecto de directiva para la reducción de costes en el despliegue de redes de banda ancha. La asociación entiende que se debería prestar mayor atención a los problemas a los que se enfrentan las operadoras de telefonía móvil.

En su respuesta a la consulta pública de la CE sobre la Directiva de Reducción de Costes de la Banda Ancha (conocida por las siglas inglesas BCRD), la asociación señala que un mayor hincapié en la reducción de tasas y trámites burocráticos relacionados con el despliegue de redes móviles aumentaría la eficacia de las políticas previstas.

Añade que “el incremento de costes de cumplimiento y aplicación de la normativa se traduce en peores resultados socioeconómicos y perjuicios para el consumidor” y señala la necesidad de introducir políticas coherentes en todos los estados de la Unión Europea a fin de satisfacer los objetivos en conectividad.

Así, por ejemplo, la GSMA propone la mejora y ampliación del acceso a las infraestructuras existentes que son propiedad de organismos públicos o privados, la simplificación de procedimientos de obtención de permisos de planificación, la racionalización y armonización de las normas en toda la región, y la adopción de un “enfoque ambicioso que favorezca las inversiones”.

También pide que la normativa fomente la coinversión en proyectos tales como las iniciativas para nubes en Edge y el uso compartido de redes móviles, tanto por motivos de ahorro de costes como medioambientales.

El plazo para responder a la consulta de la CE sobre la BCRD finalizaba el 2 de marzo.

En diciembre de 2020, al publicar su proyecto, la CE señaló que pretendía facilitar e “incentivar el despliegue de redes de comunicaciones electrónicas de alta velocidad mediante una reducción de los costes de despliegue a través de un conjunto de medidas armonizadas”.