Se espera que el juez encargado de decidir sobre un intento legal de bloquear la fusión entre Sprint y T-Mobile US falle a favor del plan de las operadoras y que la decisión final se anuncie con fecha de 11 de febrero.

Tres fuentes han declarado al New York Times que el caso presentado por un grupo de fiscales generales con el objetivo de frustrar el acuerdo, por considerarlo lesivo para la competencia, acabará por ser rechazado, si bien entienden que se podrían imponer condiciones adicionales a las firmas implicadas.

Las operadoras ya han realizado varias concesiones para obtener el visto bueno de los organismos reguladores. Así, por ejemplo, han aceptado ceder activos a Dish Network, una firma que aspira a competir en 5G. La decisión judicial pendiente es el último gran obstáculo al que se enfrentan.

Durante el desarrollo del proceso, los representantes de las operadoras y de sus respectivas empresas matrices han argumentado que la fusión beneficiaría a los clientes. Tanto la FCC (siglas inglesas de Comisión Federal de Comunicaciones, el organismo regulador estadounidense del sector) como el Departamento de Justicia se han mostrado críticos con la actuación de los fiscales.

Antes del juicio, John Legere, consejero delegado saliente de T-Mobile, asumió varios compromisos con el objetivo aparente de persuadir a dichos fiscales para que abandonaran el caso. Aunque de hecho varios de ellos lo abandonaron, otros 14 han seguido adelante con el proceso.