Apple se encuentra muy por detrás de sus rivales en cuanto a la compatibilidad de sus smartphones con la 5G, pero a la vista de la lealtad de sus incondicionales, ¿podría ser el fabricante el que creara problemas a las operadoras deseosas de conseguir que los abonados más lucrativos se pasen a sus nuevas y flamantes redes?

La clientela prémium de Apple corresponde al tipo de abonados que muchas operadoras querrían convertir a la 5G. Dicho grupo podría resultar especialmente lucrativo en mercados donde el acceso a la nueva tecnología de red tiene un precio elevado.

Pero, a la vista del gran número de consumidores fieles a la marca y ligados a su ecosistema, no está nada claro que el retraso en la adopción de la 5G vaya a perjudicar a Apple.

Dados los antecedentes de Apple y su conocida disputa con Qualcomm, la falta de compatibilidad con la 5G que se observa en los productos del fabricante del iPhone durante esta primera fase no es sorprendente.

La firma no se halló en su momento entre las primeras que añadieron la 4G a sus smartphones, y el enfrentamiento con Qualcomm, que suministra los módems para muchos de los primeros modelos de teléfono compatibles con la nueva tecnología, no terminó hasta abril de 2019. Es el mismo mes en el que Samsung lanzó su primer dispositivo 5G en Corea del Sur.

Tras resolver sus diferencias con Qualcomm, Apple ha firmado un nuevo contrato de suministro con el citado fabricante. Aunque hayan circulado rumores de que Apple trabaja en la producción de módems propios, se espera que estos no lleguen hasta mucho más tarde y que los primeros iPhones 5G usen los chips de Qualcomm.

Comercialización eficaz

Marta Pinto (en la foto, a la derecha), directora de investigación en el equipo europeo de dispositivos de IDC, ha declarado en una entrevista con Mobile World Live que llegar tarde a la 5G podría suponer una ventaja para la empresa.

Señala que “Samsung ha tenido que realizar una tarea educativa sobre los beneficios de la 5G”, y añade que “Apple no tendrá necesidad de explicar lo que es un teléfono 5G ni en qué nos benefician sus servicios, porque no son ellos quienes introducirán la tecnología”.

Añade que las operadoras habrían querido una “comercialización agresiva” de la 5G en 2019, pero en realidad los servicios tendrán mucha mayor disponibilidad en octubre de 2020, la fecha para la que se espera el lanzamiento del siguiente dispositivo emblemático de Apple.

Al comentar la falta de cobertura de la 5G en los lugares donde está disponible, Pinto explica que “no es nada fácil vender un dispositivo caro en un mercado donde la nueva tecnología no reporta ningún beneficio”.

Señala que, si bien la 5G es algo que “a todo el mundo le gusta poseer”, los recientes lanzamientos de dispositivos emblemáticos no tienen como punto fuerte la conectividad de la red, y en cambio se promueven dispositivos que destacan por otras características, como las cámaras o la tecnología de pantalla.

David McQueen (en la foto, a la izquierda), director de investigación de ABI Research, minimiza el impacto que va a sufrir Apple y señala que los principales perjudicados van a ser las operadoras de telefonía móvil, sobre todo en los mercados donde Apple tiene una gran cuota de mercado, como por ejemplo Estados Unidos, Japón y Europa.

“A juzgar por su cuota de mercado en ventas de smartphones durante el cuarto trimestre de 2019, Apple no parece haber sufrido ningún perjuicio por no haber sacado un modelo con 5G, porque no solo es el fabricante con mejores ventas en dicho trimestre, sino que además las ha incrementado respecto al trimestre equivalente del año anterior, y en un momento en el que los competidores más cercanos habían sacado al mercado por lo menos un modelo emblemático con 5G.”

Rezagado

En lo que respecta a la percepción de los consumidores, McQueen señala que no es infrecuente que Apple no se halle entre los primeros que adoptan una nueva tecnología.

Señala que el hecho “sí influye hasta cierto punto en la percepción del consumidor, porque los principales proveedores han sacado dispositivos que se parecen demasiado a sus predecesores y parece que Apple vaya siempre rezagado a la hora de integrar nuevas tecnologías en su catálogo”.

Al igual que Pinto, espera que Apple lance iPhones compatibles a finales de 2020. Seguramente estarán equipados con módems de Qualcomm, vistas las dificultades de desarrollar componentes propios.

Añade que “probablemente Apple será el último entre los principales fabricantes que lance un smartphone con 5G. Podemos prever que el precio de los smartphones Android compatibles con 5G habrá caído muy por debajo de los 400 dólares (unos 373 euros al cambio) para entonces.”

“Pero podría ser que dicha circunstancia redundara en beneficio de Apple, porque para entonces Qualcomm habrá llegado a un cierto nivel de escala y por lo tanto Apple también sacará partido de la disponibilidad de módems 5G más baratos.”

McQueen también señala que la ubicación de los principales mercados de la firma también elevará los costes de fabricación de teléfonos 5G y añade que “podemos dar por casi seguro que Apple tendrá que ofrecer compatibilidad tanto con el espectro de ondas milimétricas como con el sub-6 GHz en sus modelos 5G. El primero de dichos espectros es clave para proveer al mercado estadounidense, vital para la firma, e incrementará los costes.”

Pérdida de apoyos

Aunque no sea la primera empresa que entra en el mercado de la 5G, está claro que Apple acabará por fabricar un volumen considerable de iPhones provistos de dicha tecnología. Sin duda alguna, sus dispositivos supondrán un impulso para las operadoras, sobre todo si la empresa fabricante se centra en los beneficios de la nueva tecnología de redes en las campañas de comercialización.

Habrá cierto número de consumidores –nadie sabe cuántos serán– con prisas para empezar a utilizar la 5G y puede ocurrir que se pasen a otras marcas.

Queda por ver cuál será el impacto a largo plazo sobre Apple, pero lo cierto es que una vez un cliente sale de un ecosistema cerrado puede ser difícil recuperarlo. Dependerá, en buena parte, de su experiencia con la 5G y de la comparación entre el nuevo teléfono y el antiguo favorito.

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