Según Ilana Wisby, consejera delegada de la firma Oxford Quantum Circuits (OQC), especializada en computación cuántica, esta tecnología ha efectuado tremendos avances durante los últimos 12 meses, pero aún queda mucho por hacer antes de que se vuelva de uso general.

En una entrevista, Wisby (en la foto) ha declarado a Mobile World Live que la computación cuántica, cuando menos, “ha superado definitivamente la fase de I+D”.

Asimismo, afirma que “probablemente nos encontramos en un momento óptimo para quien quiera influir en el futuro de la tecnología cuántica y darle forma. El rendimiento de los sistemas también ha mejorado considerablemente, lo que demuestra la realidad que algún día nos ofrecerá dicha tecnología. El panorama cambia rápidamente a causa de las fusiones y adquisiciones. Las SPAC (signas inglesas de “sociedades de adquisición con fines especiales”) y nuevas empresas surgen a un ritmo impresionante.”

Wisby afirma que su empresa OQC se halla “entre los pioneros que harán posibles los ordenadores cuánticos universales”.

Ha explicado que “en julio de 2021 lanzamos Sophia, el ordenador cuántico más avanzado de Europa. Y hace unos días debutamos con nuestro más reciente sistema, Lucy, en Amazon Braket. La computación cuántica como servicio –conocida por las siglas inglesas QCaaS– es ya una realidad en el continente.”

Amazon Braket es un servicio de computación cuántica totalmente gestionado de Amazon Web Services (AWS).

Según Wisby, “OQC es el primer proveedor europeo de hardware cuántico en AWS. Estamos abriendo un territorio inexplorado y aportamos nuevos horizontes a la tecnología cuántica en Europa. Ahora cualquiera puede acceder a Lucy, lo que permite a las empresas agilizar sus operaciones e incrementar su rendimiento.”

Si bien señala que las instituciones financieras y bancarias han sido las primeras en adoptar la computación cuántica, también indica que “a largo plazo, todos los sectores se verán afectados. Desde las empresas farmacéuticas que recurren a la potencia de la tecnología cuántica para identificar nuevas moléculas hasta la industria de la aviación que se sirve de ella para descubrir nuevos materiales. Su impacto modificará las reglas de juego.”

Wisby concluye que “si bien no podemos predecir cuáles serán exactamente las ramificaciones de la tecnología cuántica, sí sabemos que sus resultados serán revolucionarios, de gran alcance y extraordinariamente lucrativos para algunos. Ciertas proyecciones establecen un valor de mercado de 19.000 millones de dólares (unos 17.500 millones de euros) para 2030.”