La Comisión Europea (CE) ha expresado sus temores ante la adquisición de la firma Arm, especializada en diseño de chips, por parte de Nvidia. Entiende que la compra podría provocar un aumento de precios, una reducción en la oferta y una menor innovación en la industria de semiconductores, y por todo ello ha emprendido una investigación exhaustiva al respecto.

En una declaración, la CE señala que le preocupa que Nvidia pueda restringir el acceso de otros fabricantes de chips a la tecnología de Arm.

Hace más de un año que se anunció un acuerdo de adquisición por 40.000 millones de dólares (unos 34.570 millones de euros). Pero las autoridades de varios mercados han emprendido investigaciones sobre dicha operación, porque empresas como Google y Microsoft han instado a las autoridades a frustrarla.

Los organismos de regulación de la competencia de la CE ya han examinado el acuerdo. Nvidia ofreció contrapartidas a principios de octubre.

La autoridad considera que las promesas de Nvidia son “insuficientes para disipar definitivamente las graves dudas sobre los efectos que puede provocar la transacción”.

Margrethe Vestager (en la foto), vicepresidenta ejecutiva de la CE en materia de competencia, ha declarado que, si bien Arm y Nvidia no compiten directamente, la propiedad intelectual (PI) de la primera es importante para los rivales del fabricante de chips en ámbitos tan diversos como los procesadores para centros de datos, la automoción y la Internet de las Cosas.

“Según nuestro análisis, la adquisición de Arm por parte de Nvidia podría conducir a una restricción o degradación del acceso a la PI de Arm, lo que produciría distorsiones en numerosos mercados donde se utilizan semiconductores.”

La “investigación de la CE pretende garantizar que las empresas activas en Europa conserven un acceso efectivo a la tecnología necesaria para fabricar semiconductores punteros a precios competitivos”.

Dicha investigación tiene como fecha límite el 15 de marzo de 2022.