La Comisión Europea (CE) ha aportado nuevos detalles sobre un plan para aplicar requisitos de reparación a los smartphones y tabletas vendidos en la UE, que incluye una disposición por la que los fabricantes estarían obligados a ofrecer reparaciones durante un máximo de diez años.

En un documento de 30 páginas, la CE esboza las razones y objetivos de la propuesta de normativa, que salió a la luz en setiembre de 2022, en el marco de un esfuerzo más amplio para reducir los residuos derivados de los dispositivos electrónicos.

Una vez sustanciadas las propuestas, aún será necesario que el Parlamento Europeo y los Estados miembros negocien antes de que adquieran fuerza de ley.

Entre otras disposiciones, la CE determina que las firmas que venden bienes de consumo dentro de la UE estén obligadas a ofrecer servicios de reparación, en vez de sustituir gratuitamente los productos estropeados dentro del período de garantía legal.

Tan sólo podrán sustituir el aparato si el coste de sustituirlo es más barato que el de repararlo.

Según una norma post-garantía, los fabricantes que produzcan bienes sujetos a requisitos de reparación estarán obligados a reparar dichos artículos durante un período de 5-10 años posterior a la compra, si el cliente lo solicita y la reparación es posible.

También se ha propuesto que se obligue a los fabricantes de equipos a informar al consumidor sobre cuáles son los productos que entran en dicho régimen. Además, podría crearse una norma europea que ayude al consumidor a identificar los talleres de reparación que ofrezcan la máxima calidad.

La CE también ha propuesto normas más estrictas contra las empresas que afirman tener credenciales medioambientales sin demostrarlas. La UE calcula que unos 35 millones de toneladas de residuos proceden de productos electrónicos desechados prematuramente, mientras que las sustituciones cuestan a los consumidores unos 12.000 millones de euros anuales.

Aparte de la CE, varias firmas tecnológicas y de telecomunicaciones con presencia en el mercado han tomado medidas en torno a la reparabilidad, como por ejemplo Samsung, Vodafone y Apple.