La Comisión Europea (CE) ha impuesto a Google la multa más importante de su historia tras llegar a la conclusión de que dicha firma ha abusado de la posición dominante de su sistema operativo Android.

El organismo europeo ha impuesto una multa de 4.300 millones de euros a la firma estadounidense tras una investigación de tres años en torno a su exigencia de que los fabricantes de dispositivos instalen aplicaciones de la propia Google en sus dispositivos y les otorguen una posición prominente que facilite el acceso a otros servicios de la firma, como por ejemplo el catálogo de contenidos y la tienda de aplicaciones Play.

Dicha práctica margina a los competidores, si bien Google afirma que no ha obligado a las empresas a precargar sus aplicaciones.

La CE dictamina que Google ha impuesto restricciones ilegales desde el 2011 a los fabricantes de dispositivos Android y a las operadoras de redes de telefonía móvil con el fin de consolidar su posición dominante en las búsquedas generales por Internet. La Comisión ha declarado que la empresa deberá abandonar dichas prácticas de manera efectiva “en un plazo de 90 días o abonar multas de hasta el 5% del volumen medio de negocio diario en todo el mundo” de la firma matriz Alphabet.

Margrethe Vestager, comisaria de Competencia, explica que “Google ha usado Android como vehículo para consolidar la posición dominante de su buscador. Dichas prácticas han impedido que los rivales innovaran y compitieran por sus propios méritos. Han denegado a los consumidores europeos los beneficios de una competencia efectiva en un ámbito importante como es el de la telefonía móvil. Todo ello es ilegal bajo las leyes antimonopolio de la UE”.

La multa más reciente supera a otra de 2.400 millones de euros que se impuso a Google en 2017 a causa de su servicio de compras. También está en marcha una investigación sobre el servicio publicitario AdSense de Google.

Un portavoz de la firma ha declarado a The Verge que Google apelará contra la decisión de la CE. “Android ofrece mayor libertad de elección a todo el mundo. El dinamismo del ecosistema, la rapidez en la innovación y los precios más baratos son rasgos típicos de una competencia robusta.”
La abogada Suzanne Rab ha declarado a BBC News que la firma puede apelar contra dicha decisión ante los tribunales europeos. Se trataría de un proceso “de años, y no de meses”.