Larry Kudlow, asesor económico estadounidense, ha subrayado que las sanciones comerciales contra Huawei siguen en pie, después de que el presidente Donald Trump se haya enfrentado a airadas reacciones por haber levantado la prohibición de que las firmas del país suministren componentes y software a la firma china.

Kudlow, director del Consejo Económico Nacional, señala que Trump no ha retirado a Huawei de la lista negra del Departamento de Comercio. Recientemente declaró a Fox News que la reciente medida no era “una amnistía general”. Se mantendría la prohibición de que las empresas estadounidenses suministren productos a la firma china en los casos que puedan afectar a la seguridad nacional.

Ha declarado a dicho medio que lo más probable es que el Departamento de Comercio emita “licencias suplementarias provisionales” para equipamiento de carácter más general.

Trump ha sido muy criticado por las declaraciones que realizó durante la cumbre del G20 celebrada en Osaka (Japón), en las que parecía retractarse de la anterior prohibición.

En el curso de una rueda de prensa efectuada en dicha cumbre, Trump explicó que había tratado el caso de Huawei con Xi Jingping, presidente de la República Popular China, en el marco de conversaciones más amplias sobre cuestiones comerciales, y que había accedido a que los Estados Unidos “siguieran vendiendo” el “tremendo volumen de productos que se incorpora a los diversos dispositivos” que fabrica Huawei.

Trump añade que firmó el acuerdo “en beneficio de las firmas estadounidenses”, a la vista de los problemas generados por las medidas del Departamento de Comercio. “Las empresas no estaban precisamente satisfechas con la prohibición de vender, porque no entendían que los problemas relacionados con Huawei tuvieran que afectarlas”.

No cabe ninguna duda de que este giro favorece a Huawei, que se veía privada de usar las futuras ediciones del sistema operativo Android de Google en sus smartphones y podría enfrentarse al problema aún más grave de no tener acceso a la tecnología de ARM (elemento esencial en la producción de cualquier dispositivo móvil). La empresa fabricante china ya había advertido de que podía dejar de ingresar 30.000 millones de dólares (unos 26.600 millones de euros) si Trump no modificaba su decisión anterior.

Huawei ha declinado hacer cualquier comentario sobre esta cuestión. Uno de sus portavoces ha declarado que la firma “toma nota de los comentarios del presidente de los Estados Unidos a propósito de Huawei y no tiene nada más que decir por ahora”.

Impacto

Los políticos estadounidenses han tenido menos reparos en hablar. El senador Marco Rubio, notorio detractor de Huawei, afirma que Trump cometería un “error catastrófico” si la prohibición se revocara por completo.

Rubio declara en Twitter que dicha medida “privaría de toda credibilidad a las advertencias de su gobierno sobre la amenaza que supone dicha firma”, y luego ha añadido otro mensaje en el que indica que el Senado intentará restablecer las restricciones “por la vía legislativa”.

El senador John Barrasso tampoco se ha mordido la lengua y ha declarado a NBC News que la presencia de Huawei en Estados Unidos viene a ser el equivalente de dejar entrar al Caballo de Troya.

En junio, el fabricante de chips Broadcom hacía hincapié en el potencial impacto de las sanciones sobre las firmas estadounidenses y pronosticaba que sus ingresos anuales podrían disminuir en 2.000 millones de dólares (casi 1.800 millones de euros) como resultado de la prohibición que pesa sobre Huawei.