A lo largo de varios años de encuestas a operadoras sobre sus planes de transformación de redes, un factor se ha mantenido constante: automatizar las funciones y las operaciones de la red es una de las principales prioridades, en particular para mantener bajo control los gastos operativos.

Así fue en 2019 cuando pedimos opiniones a cien directivos que trabajaban en redes de operadoras. Y también a principios de 2022, cuando terminamos nuestra encuesta más reciente sobre transformación de redes. La automatización de las operaciones de red volvía a figurar como la principal prioridad para el ahorro de gastos operativos en 2023.

Más en concreto, se ha pedido a las operadoras que nombren por orden las tres tecnologías que les resultan más importantes para la reducción de gastos operativos y, tras una ponderación del primer, el segundo y el tercer puesto, la automatización queda muy por delante de la mayoría de las demás opciones. (¿Quiere saber cuáles eran las otras? Puede contactar conmigo aquí. [email protected] )

Por ello, era natural que prosiguiéramos nuestra labor mediante una consulta a las operadoras sobre sus estrategias, prioridades y planes de automatización.

Igual que en las otras encuestas, hemos contactado con cien directivos de operadoras de todo el mundo (en este caso, expertos en automatización), para no quedarnos con historias anecdóticas o referidas a una sola región. Y el nuevo trabajo, igual que nuestras otras encuestas a operadoras, ha identificado varias creencias erróneas muy extendidas.

Valor
Tal vez la más importante sea la relativa al papel de la automatización en la RAN.

Cuando se les pregunta dónde consideran que la automatización puede aportar más valor, una pequeña minoría de operadoras destaca las operaciones de RAN. En cambio, son muchas más las que priorizan la automatización de la red central, las garantías de funcionamiento del servicio y la automatización de su despliegue (véase el gráfico siguiente, haga clic para ampliarlo). Si tenemos en cuenta la manera en que los equipos de RAN (también conocidos como estaciones base) proporcionan una conexión literal con los usuarios y dominan el presupuesto destinado a inversiones de capital, esto resulta especialmente desconcertante.

¿Cómo podemos explicarlo y razonarlo?
Una de las explicaciones parte de los principales objetivos que persiguen las operadoras con la transformación de la red. En pocas palabras, las prioridades estratégicas de las operadoras se centran en actividades con las que buscan acrecentar sus ingresos, y lo más natural es que estas se relacionen con la prestación de servicios y la facturación, antes que con las operaciones de la red. Y en efecto, cuando planteamos preguntas específicas a las operadoras sobre sus prioridades estratégicas en la automatización de redes y servicios, nos encontramos repetidamente con que la experiencia y los ingresos ocupan un lugar central.

¿Más pruebas sobre la relación entre dichas ideas? Los dos motivos principales de la automatización de la red son la creciente complejidad de los servicios y las elevadas expectativas que estos suscitan.

Servicios, experiencia del cliente e ingresos. Estos son los objetivos de la automatización. Y está bien que sea así. Aunque el ahorro en costes operativos y de capital es importante, no se puede crecer tan solo a base de ahorro.

Pero, volviendo a nuestro dilema original, todo esto no hace más que aumentar la importancia de la automatización de la RAN.

A decir verdad, no deberíamos sobrevalorar el que tan solo una minoría de operadoras destaque la RAN como el ámbito en el que la automatización puede aportar un mayor valor.

Aunque se destaque un solo ámbito como el más importante, ello no impide que pueda hallarse valor en los demás. Los resultados no pueden verse como un indicador proporcional del valor que las operadoras atribuyen a la automatización de la RAN. Por supuesto, el hecho de que la automatización de la RAN figure en el último lugar de la clasificación da a entender que no se considera tan importante como los otros aspectos. Y eso es un gran problema por cuatro razones.

• Servicios e ingresos. Las operadoras consideran que los nuevos servicios para consumidores y empresas son cruciales para generar ingresos y crecer. La prestación de dichos servicios y la obtención de ingresos a partir de ellos requieren una cobertura y una capacidad de banda ancha móvil sólidas, sobre la base de una RAN igualmente sólida.

• Experiencia del usuario. La cobertura y la capacidad necesarias para prestar nuevos servicios son también componentes clave en una buena experiencia de usuario. En la actualidad, esto es válido para el uso básico y no sistemático de Internet, la publicación en redes sociales y la visualización de vídeos. Mañana será aún más importante para los casos de uso destinados a gran ancho de banda, de importancia crucial y vulnerables a la latencia. Una vez más, la RAN será fundamental para hacerlos funcionar.

• Complejidad de la RAN. Tras el aumento en la complejidad de los servicios y las nuevas expectativas que estos generan, el siguiente elemento en la lista de factores que impulsan la automatización de las redes es el incremento en la complejidad de la propia red. Quizás esto sea especialmente evidente en el caso de la RAN, donde se están desplegando las nuevas generaciones tecnológicas, como la 5G autónoma y no autónoma, al tiempo que las generaciones anteriores se retiran (o no), se introducen nuevas bandas de espectro, aparecen nuevas tecnologías de antena, las redes se vuelven más densas y algunos activos de la RAN se virtualizan o se trasladan a la nube. Gestionar todo esto de manera razonable requerirá la automatización de algunas tareas y procesos.

• Herramientas de automatización de la RAN. No es necesario subrayar la importancia de la automatización en los casos en que la RAN es fundamental para dar soporte a nuevos servicios de alta calidad y se vuelve cada vez más compleja. Por fortuna, nos hallamos en una Edad de Oro por lo que respecta a las herramientas de automatización de la RAN, en la que proveedores grandes y pequeños tratan de añadirle inteligencia.

No cabe duda de que las operaciones con RAN son fundamentales en las prioridades estratégicas de las operadoras, puesto que conectan al usuario con servicios innovadores y experiencias de alta calidad. Y a medida que crecen las expectativas de servicio y calidad, y la RAN se vuelve cada vez más compleja, la automatización será indudablemente necesaria. Las operadoras que reconozcan dicha realidad saldrán beneficiadas. Quienes la ignoren tendrán que asumir los riesgos.

– Peter Jarich – director de GSMA Intelligence

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