EN DIRECTO DESDE LA WORLD INTERNET CONFERENCE, WUZHEN: Eugene Kaspersky (en la foto), fundador y presidente del grupo de ciberseguridad ruso Kaspersky Lab, ha advertido de que la escala y la complejidad de los ciberataques crece a ritmo exponencial en todo el mundo, y ha anunciado que su firma cuenta con localizar más de 90 millones de aplicaciones maliciosas durante el 2017.

Kaspersky observa que el debate en torno a la ciberseguridad suele centrarse en ordenadores y smartphones. Pero los delincuentes actúan cada vez más en entornos industriales, como por ejemplo en aplicaciones de Internet de las Cosas.

“Hay cibersistemas en todas partes. No acabamos de entender hasta qué punto dependemos de ellos. Cada vez que viajamos, nos cruzamos con ellos en aviones, trenes y llaves de las puertas de hoteles. Y los acondicionadores de aire, las cámaras de seguridad y las alarmas de incendios están altamente computerizados.”

Kaspersky ha indicado que muchos de estos sistemas, por desgracia, son vulnerables en extremo.

En el pasado, los atacantes no estaban interesados en el espacio industrial, pero Kaspersky advierte de que ya no es así, y afirma que “asistimos a un número creciente de ataques en el entorno físico, como por ejemplo en cámaras de seguridad, dispositivos de Internet de las Cosas, fundiciones de acero, red energética, atención sanitaria, etc.”

Escala y complejidad

Podemos hacernos una idea de la escala masiva a la que se producen los ataques si pensamos que el Kaspersky Lab localizó 500 aplicaciones maliciosas en el 1997. Diez años más tarde, dicho número se había elevado a 2 millones, y en el año actual esperan encontrar más de 90 millones.

Kaspersky ha explicado que cada día descubren 300.000 nuevas aplicaciones maliciosas.

“Ojalá que la economía mundial creciera al mismo ritmo que el ciberdelito.”

La mayoría de los ataques informáticos a gran escala pueden considerarse de nivel elemental o medio, y no son complicados. Pero Kaspersky también afirma que la complejidad de los ciberataques está creciendo. La primera aplicación maliciosa de gran sofisticación se descubrió en el 2010. En la actualidad, la firma monitoriza unos 100 ataques maliciosos de gran complejidad, muy profesionales.

Alrededor del 10-20% de estos actúa contra empresas y servicios financieros con el objetivo de

conseguir dinero, mientras que el resto son ataques promovidos por Estados y se producen en muchas lenguas distintas.

Kaspersky explica que “no indicamos su autor, porque el ciberespacio es muy complicado. Podríamos equivocarnos con mucha facilidad.”

Ha pronunciado dichas palabras en la World Internet Conference de China, un congreso en el que se trata de promover en todo el mundo la opción china por una Internet más censurada y controlada.

Su firma podría pasar por unas semanas difíciles. En fecha reciente, afirmó que sus ingresos en América del Norte sufrirían un descenso del 5-8% como consecuencia de un “tsunami de alegaciones” acerca de su presunta colaboración con los servicios de Inteligencia moscovitas.