Taiwan Semiconductor Manufacturing Co (TSMC) colaborará con un grupo de más de 20 empresas japonesas de tecnología para la fabricación de chips, y el gobierno de Japón financiará la mitad de los 37.000 millones de yenes (unos 280 millones de euros) que costará una planta de producción cerca de Tokio, según informa The Nikkei.

El periódico indica que el proyecto está respaldado por el Ministerio de Economía, Comercio e Industria, y que el fabricante de componentes electrónicos Ibiden es una de las empresas nacionales involucradas. La construcción de una línea de producción de prueba comenzará alrededor de septiembre, y se espera que la investigación y el desarrollo a gran escala comiencen en 2022.

A principios de año, el fabricante taiwanés de chips por contrato anunció su intención de invertir unos 178 millones de dólares (más de 145 millones de euros) en un centro de I + D de materiales avanzados en el país.

El gobierno de Japón ha alentado a TSMC a invertir en instalaciones locales, mientras aumenta la tensión con China y los Estados Unidos buscan apoyar la producción nacional de chips con fondos federales, en medio de una escasez mundial de chips que está frenando la producción en muchos sectores.

Marc Einstein, analista jefe de la empresa japonesa de investigación ITR, ha indicado a Mobile World Live que la medida responde al deseo del gobierno de traer de vuelta la fabricación a Japón y asegurar las cadenas de aprovisionamiento. “La diferencia es que ahora ha puesto sobre la mesa el dinero necesario para ello”.

Einsteon señala que los principales fabricantes de chips han venido indicando que la escasez global de chips va a durar años, y “estoy seguro de que este factor ha sido crucial en la decisión”.

A fin de aumentar la capacidad y contribuir con ello a aliviar la escasez de suministro, TSMC aseguró en abril que casi duplicará el presupuesto de inversiones que tenía previsto para 2021.