Paul Jacobs (en el centro de la foto), destituido de la presidencia de Qualcomm en 2018 por su intento de retirar la firma de la cotización en bolsa, ha abandonado dicho plan y concentrará sus esfuerzos en su empresa incipiente XCOM, que desarrolla tecnología móvil para 5G.

Según The Wall Street Journal (WSJ), Jacobs ha declarado que “al haber cambiado la posición de Qualcomm, no se daban las condiciones para una adquisición… sin embargo, la dinámica de la industria ha creado una oportunidad para que nuestra nueva firma, XCOM, impulse el desarrollo de tecnologías inalámbricas avanzadas, y vamos a sacar al mercado ideas nuevas e interesantes.”

En abril de 2018, algunas fuentes revelaron que Jacobs había negociado con inversores estratégicos, fondos soberanos y personas con grandes recursos económicos, y que había llegado a acuerdos que reforzarían sus posibilidades de efectuar la adquisición.

Sin embargo, un nuevo artículo del WSJ revela que Jacobs ya había dudado de su proyecto durante el mismo año, porque la diferencia entre la valoración y las ganancias de Qualcomm hacían que resultara menos atractivo.

En noviembre de 2018, un enfrentamiento legal con Apple y un cargo por terminación de 2.000 millones de dólares (unos 1.778 millones de euros), derivado de una oferta fallida de adquisición de NXP Semiconductors, redujeron las ganancias de Qualcomm en el cuarto trimestre fiscal.

Por otra parte, Jacobs y otros dos antiguos directivos de Qualcomm lanzaron XCOM en junio de 2018. El WSJ ha informado de que cuenta con 30 empleados, y planea incorporar a otros 20 tras cerrar un acuerdo en marzo para adquirir M87, una empresa incipiente que trabaja en la mejora del rendimiento de las redes mediante la transformación de los smartphones en pequeñas antenas celulares.

XCOM pretende generar ingresos a base de cobrar a las operadoras que usen la tecnología de la empresa en sus aplicaciones, y con ello rebajen los costes de las infraestructuras y mejoren la capacidad de sus redes.