Intel ha anunciado una nueva línea de chips diminutos llamada Quark, que han sido diseñados para el mercado del M2M y los dispositivos para llevar puestos, pero también podría tener aplicaciones más futuristas, como vendas inteligentes o sensores desechables diseñados para ser ingeridos o inyectados.

La empresa ha calificado a Quark como el juego de chips más pequeño que ha construido hasta la fecha.

El destino inicial para estos nuevos chips de bajo consumo serán los sectores de la industria, la energía y el transporte. Otro mercado potencial son los productos ‘wearable’, como los relojes inteligentes.

Brian Krzanich, consejero delegado de Intel (en la foto) ha mostrado un brazalete como ejemplo de un concepto que está en desarrollo. El directivo asegura que Intel está buscando oportunidades con aliados en esta área.

Más adelante podrían llegar sensores que se adhieran a la piel de un paciente para monitorizar sus constantes vitales. O podría estar incrustado en el medicamento que ingiere dicho paciente. El sensor podría enviar los datos a un dispositivo que el paciente llevaría adherido a la piel, y que a su vez los retransmitiría a los profesionales sanitarios mediante un smartphone, a través de la red móvil.

Intel aún no ha indicado cuánto costarán los chips Quark. En cuanto a su calendario de lanzamiento, la empresa asegura que durante el último trimestre de 2013 dispondrá de muestras de referencia basadas en el primer producto.

Quark es una de las novedades que Intel ha presentado durante su convención anual para desarrolladores, celebrada en San Francisco.

La firma también ha mostrado chips que, asegura, la situarán en los mercados de los teléfonos inteligentes y las tabletas. Entre ellos figura su primer procesador para tabletas con Android.

Gran parte de la atención se ha centrado en la gama de chips Bay Trail, que Intel espera la hagan más competitiva en el mercado de teléfonos inteligentes y tabletas, dos segmentos en los que no ha tenido éxito hasta el momento.