Intel se ha reafirmado en sus ambiciones de erigirse en líder en la era 5G y ha anunciado numerosos productos concebidos para transformar las infraestructuras de redes de la próxima generación, desde el núcleo hasta los extremos.

En un acto celebrado en Londres, Intel ha presentado un nuevo SoC (siglas inglesas de sistema en chip) Atom P5900 de 10 nm para estaciones base. La firma explica que el producto aspira a satisfacer las necesidades específicas de las redes de la próxima generación, como por ejemplo un gran ancho de banda y una baja latencia.

David Fraser, director técnico de ventas de Intel, ha declarado que la firma cuenta con copar el 40% del mercado de estaciones base para 2021.

Matthew Penny (en la foto), director de ventas, afirma que la 5G es un “modelo de computación totalmente nuevo con el que no cabe familiarizarse a partir de la 4G, y es por ello por lo que Intel efectúa inversiones tan abultadas”.

Ha explicado que su firma proporciona “un amplio conjunto de productos que transformará de verdad las redes 5G, desde la estación base hasta los coches autónomos y las industrias y fábricas, donde tenemos que trabajar a partir de la 5G para garantizar la completa automatización”.

La firma también ha presentado su procesador escalable Xeon de segunda generación para centros de datos, que según sus propias afirmaciones ofrece un 36% más de rendimiento que el original; el Diamond Mesa, su primer ASIC estructurado de la siguiente generación, para la aceleración de las redes 5G; y un adaptador de red optimizado para la 5G, que ofrece la sincronización superior requerida por dicha tecnología mediante una combinación de mejoras en el hardware y el software.

Navin Shenoy, vicepresidente ejecutivo y director general del grupo de plataformas de datos de Intel, declara que el trabajo de la firma en despliegues de 5G “tanto en el núcleo como en los bordes y el acceso” sitúa a la empresa en buena posición para ampliar su “posición de liderazgo en silicio en este mercado en expansión”.