Intel se dispone a ampliar su capacidad de producción en Malasia mediante una importante inversión en unas nuevas instalaciones, con las que aspira a mejorar su posición frente a la escasez mundial de chips.

La firma prevé invertir 30.000 millones de ringgits (casi 6.300 millones de euros) en capacidades de empaquetado de semiconductores. Pat Gelsinger, consejero delegado de la firma, ha comparecido el día 15 de diciembre en una rueda de prensa en Kuala Lumpur para explicar que la inversión servirá para ampliar las operaciones de su filial malaya creando más de 4.000 puestos de trabajo nuevos en la propia Intel, que se sumarán a los 13.000 empleados que la firma ya tiene en Malasia, aproximadamente un 10% de su plantilla mundial.

Gelsinger también ha mantenido conversaciones con directivos de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. Según Bloomberg, dicha circunstancia subraya la importancia de Asia-Pacífico en la recuperación de Intel.

Se trata del primer viaje a Asia efectuado por Gelsinger desde que asumió el cargo en febrero de 2021.

Bloomberg señala que la escasez de chips se debe en parte a varios años de falta de inversiones, y también al incremento en la demanda de dispositivos informáticos que se ha producido como consecuencia de la pandemia de Covid-19.