Instagram, propiedad de Meta Platforms, ha incorporado funcionalidades de seguridad a los perfiles de adolescentes menores de 16 años, con controles más estrictos sobre el contenido y sobre la visibilidad del usuario.

La empresa ha explicado en su blog que los usuarios menores de 16 años se asignarán automáticamente como “perfiles adolescentes”, con un sistema de protección integrado que limita quién puede enviarles mensajes y a qué tipo de contenido tienen acceso.

Sólo se autorizará contenido “apropiados para su edad”. Además, los perfiles de adolescentes estarán configurados como privados por omisión.

Se requerirá el permiso de los padres para cambiar la configuración de dichas cuentas. Por añadidura, Instagram ha creado una función de “supervisión parental” que, una vez activada, permitirá vigilar más de cerca el uso de la plataforma. Dicha función específica también permite a los padres gestionar directamente la cuenta.

Así mismo, Instagram ha implantado restricciones en la mensajería, y la configuración de interacción de las cuentas de adolescentes sólo permitirá mensajes o “menciones” de personas conocidas por estos.

Según se lee en el blog de Instagram, “la nueva experiencia está concebida para brindar un mejor apoyo a los padres y garantizarles que sus hijos adolescentes están a salvo y cuentan con las salvaguardas adecuadas”.

El sistema cuenta con una nueva herramienta que permite a los adolescentes elegir qué temas quieren priorizar en sus algoritmos, con lo que podrán “centrarse en el contenido divertido y positivo”. También ofrece funcionalidades de límite de tiempo y modo nocturno.

Instagram empezará a identificar las cuentas de usuarios menores de 16 años a partir del 17 de setiembre y las pasará a la categoría de adolescentes durante los próximos 60 días.

Las nuevas funciones de seguridad se desplegarán en la Unión Europea (UE), Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia.

La novedad se ha dado a conocer casi dos semanas después de que el comisario de seguridad digital de Australia reclamase a ocho empresas de redes sociales, entre ellas Instagram, TikTok y Snap, que informaran del número de niños que utilizan sus plataformas y de la manera en que se aplican en estas los límites de edad.