Huawei ha retirado la demanda que presentó en junio contra el gobierno de Estados Unidos, después de que este haya devuelto el equipamiento de telecomunicaciones que incautó hace dos años a dicha firma.

Sigue en pie una demanda independiente de la anterior, presentada en marzo contra la prohibición gubernamental de que los organismos federales utilicen equipamiento de Huawei.

En setiembre de 2017, el Departamento de Comercio confiscó equipamiento tal como servidores, conmutadores Ethernet y otro material de telecomunicaciones que estaba a punto de volver a China después de que se le efectuaran pruebas y se emitiera la correspondiente certificación en un laboratorio de California. Las autoridades afirmaron entonces que se requería una licencia de exportación para expedir el equipo, si bien Huawei discute dicho aserto.

Huawei solicitó sin éxito la devolución del equipo durante el año y medio siguiente, y terminó por presentar una demanda. El gobierno estadounidense devolvió el equipo en agosto, después de que una investigación determinase que no era necesaria una licencia de exportación.

La firma china lo entiende como una victoria y señala en un comunicado de prensa que interpreta la devolución del equipo como “un reconocimiento tácito de que la incautación fue ilegal y arbitraria”.

Con todo, Song Liuping, responsable de asuntos jurídicos de Huawei, manifiesta la decepción de la empresa ante el hecho de que el gobierno estadounidense no haya brindado una explicación de sus acciones “ilegales”, y afirma que el incidente “debería servir como advertencia para todas las firmas que hacen negocios en Estados Unidos dentro de la normalidad”.