La asediada Huawei ha intensificado sus acciones legales contra las sanciones impuestas por el gobierno de EEUU, y ha solicitado a un tribunal que promulgue una orden que declara inconstitucional el bloqueo de los organismos federales a la compra de sus equipos.

La empresa china ha presentado este miércoles una moción solicitando una providencia en el marco de su impugnación de la constitucionalidad de una parte de la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA, por sus siglas en inglés) de 2019. Se trata de una ampliación de la demanda contra dicha ley que presentó el pasado mes de marzo.

La firma también ha reclamado al gobierno de EEUU que “interrumpa la campaña emprendida por el estado contra Huawei” porque no le va a aportar una mayor ciberseguridad.

El suministrador chino presentó a finales de marzo una demanda inicial que cuestiona la prohibición a los organismos oficiales de utilizar sus equipos y solicita que dicha restricción sea retirada de manera permanente.

Según un comunicado de Huawei, la ley, que menciona específicamente a la firma, no sólo prohibe a los organismos oficiales de EEUU adquirir los productos y servicios de la empresa,  sino que también les impide establecer contratos y conceder becas o préstamos a terceros que compren dichos productos y servicios, incluso aunque ello no afecte ni tenga relación con el gobierno de EEUU.

Song Liuping, director jurídico de Huawei, ha declarado que “el sistema judicial es la última línea de defensa de la justicia. Huawei confía en la independencia y la integridad del sistema judicial de EEUU. Esperamos que el tribunal pueda corregir los errores de la NDAA”.

Falsa seguridad

Song ha indicado en un encuentro con la prensa que usar la ciberseguridad como excusa para prohibir a Huawei “no contribuirá a hacer mas seguras las redes. Con ello se promueve una falsa sensación de seguridad y se distrae la atención a los verdaderos retos a que nos enfrentamos”.

“Los políticos de EEUU están utilizando la fuerza de toda una nación para perseguir a una empresa privada. No es normal. Casi nunca se ha visto algo así en la historia”.

El directivo añade que el gobierno de EEUU “no ha aportado ninguna prueba que demuestre que Huawei es una amenaza para la seguridad. No existe ninguna arma humeante. Sólo especulaciones”.

En cuanto a la inclusión de Huawei en la lista negra del Departamento de Comercio de EEUU hace dos semanas, Song ha declarado que “establece un precedente peligroso. Hoy se trata de las telecomunicaciones y de Huawei. Pero mañana podrían ser su industria, su empresa, sus consumidores”.