Google se compromete a no usar datos sobre salud en la distribución de publicidad, porque quiere apaciguar las inquietudes de la Comisión Europea (CE) en torno a su adquisición de Fitbit, una firma fabricante de ponibles, por 2.100 millones de dólares (más de 1.800 millones de euros).

Un portavoz de Google ha declarado a Mobile World Live que el acuerdo de adquisición “se refiere a los dispositivos, no a los datos” y arguye que “reforzará la competencia” en el abarrotado sector de ponibles, al permitir la producción de dispositivos “de mayor calidad y más asequibles”.

“Agradecemos esta oportunidad de colaborar con la CE a fin de seguir un curso de acción que responda a las expectativas de los consumidores de que los datos provenientes de los dispositivos de Fitbit no se usen con fines publicitarios.”

Las declaraciones de Google sobre la publicidad se hacen eco de las efectuadas por Fitbit al anunciarse la adquisición en noviembre de 2019. Con todo, la absorción de esta última empresa ha inquietado a los grupos de protección del consumidor, la Junta Europea de Protección de Datos y las autoridades de los Estados Unidos y Australia.

La CE ha declarado que no podrá emitir un veredicto sobre el acuerdo de adquisición antes del 20 de julio.