Google ha eliminado casi 600 aplicaciones de su Play Store, porque entiende que muestran anuncios molestos para el usuario, y se ha comprometido a invertir en nuevas tecnologías que detecten fraudes en anuncios para teléfono móvil.

Per Bjorke, director sénior de productos y responsable de la calidad del tráfico de anuncios en Google, ha anunciado en el blog de la empresa que dicha medida se ha aplicado mediante métodos de aprendizaje automático desarrollados recientemente.

La tecnología se ha utilizado para detectar anuncios que aparecían en el dispositivo del usuario “inesperadamente, y en algunos casos tenían un efecto negativo en las funciones del dispositivo o interferían en ellas”.

Bjorke ha explicado que la firma también quiere combatir los anuncios molestos que aparecen en el dispositivo aunque el usuario no esté utilizando una aplicación, y observa que estos pueden estorbar y “dar lugar a clics no intencionados que suponen un desperdicio para el anunciante”.

No es la primera vez que la firma actúa contra la publicidad abusiva en las aplicaciones de la Play Store. En abril de 2019, Google suprimió 46 de las 100 aplicaciones creadas por el desarrollador chino Do Global, y unos meses después eliminó más de 60 de CooTek, con sede en China.

En agosto de 2019, Google declaró la guerra a las aplicaciones abusivas y lanzó un programa por el que ofrece recompensas a los desarrolladores a cambio de denunciar las aplicaciones que violan sus políticas de datos.

Y en el cuarto trimestre de 2019, recurrió a las empresas de seguridad ESET, Lookout y Zimperium para que la ayudaran a detectar las aplicaciones dañinas antes de su lanzamiento.