Google tiene planes para dejar de preinstalar aplicaciones gratuitas en su plataforma Android. En un futuro próximo cobraría a los fabricantes una tasa por la licencia sobre dichas aplicaciones. Su objetivo es evitar nuevas multas de los organismos reguladores de la Unión Europea (UE).

En julio, la Comisión Europea (CE) condenó a Google a una multa de 4.300 millones de euros tras concluir que el gigante tecnológico había abusado de la posición dominante de su plataforma Android para obligar a los fabricantes a instalar sus aplicaciones en los dispositivos. Concedió a la empresa un plazo que finalizaría el 28 de octubre para modificar sus prácticas empresariales, bajo la amenaza de sufrir nuevas sanciones.

Hiroshi Lockheimer, vicepresidente sénior de plataformas y ecosistemas en Google, indica en el blog de la empresa que ésta ha apelado contra la decisión de la CE, pero que de todos modos está introduciendo cambios para someterse a su dictamen a la espera de que la apelación sea efectiva.

Google ha anunciado que a partir del 29 de octubre ofrecerá licencias individuales de pago por la aplicación de búsqueda y el navegador Chrome, así como una licencia conjunta para el resto de su repertorio de aplicaciones –en el que se encuentran, por ejemplo, YouTube, Maps y Gmail– a los fabricantes que quieran preinstalarlas en los dispositivos que se venden en la UE. Lockheimer no ha dicho cuánto costarán las nuevas licencias, pero observa que los fondos contribuirán al desarrollo continuado y a la distribución gratuita de su sistema operativo Android.

Google también observa que autorizará a los fabricantes de dispositivos a crear versiones modificadas o “bifurcadas” de su plataforma Android para los smartphones y tabletas que se ofrecen en la UE. Así se abandona una política anterior que impedía a los fabricantes ofrecer el repertorio de aplicaciones de Google por dicho procedimiento.

Dichos cambios suponen el cumplimiento de una advertencia formulada en julio por Sundar Pichai, consejero delegado de Google, de que la firma empezaría a cobrar por sus aplicaciones a causa de la decisión de la CE. Según el directivo, dicha decisión “altera el delicado equilibrio que hemos alcanzado con Android”.