Según Reuters, Google ha presentado un recurso para anular la multa de 4.300 millones de euros que la Comisión Europea (CE) le impuso en 2018 por presuntas infracciones relacionadas con el sistema operativo Android. Dicha firma alega que el organismo regulador no ha tenido en cuenta el poder de mercado que ostentaba por aquel entonces su rival Apple.

Al parecer, los representantes legales de Google han declarado ante cinco magistrados del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) reunido en Luxemburgo que Android ha protagonizado una “excepcional historia de éxito a causa de su potencia y su capacidad para competir”, en respuesta al dictamen de la CE de que su empresa abusó de la posición dominante de la plataforma.

Tras tres años de investigación, la CE dictaminó que Google era culpable de haber marginado a sus competidores al obligar a los fabricantes a instalar las aplicaciones de la propia empresa y mostrarlas en posición destacada para promover el acceso a otros servicios de Google, como la Play Store y el catálogo de contenidos.

“La Comisión ha cerrado los ojos”
Google argumenta que no ha actuado de manera lesiva para el entorno competitivo, sino todo lo contrario, y señala a su rival Apple, a la que califica como “muy poderosa”.

Matthew Pickford, abogado de Google, afirma que “la Comisión ha cerrado los ojos ante la verdadera dinámica competitiva de esta industria, la que se da entre Apple y Android”.

Arguye que la CE “se confunde al considerar que Google ocupa una posición dominante en sistemas operativos móviles y tiendas de aplicaciones, cuando de hecho ha sido un vigoroso agente dinamizador de la competencia”, y que la Comisión ha definido los mercados con criterios demasiado estrechos, lo que la ha llevado a minusvalorar la extraordinaria influencia de Apple.

Por su parte, el abogado de la CE ha respondido que el dictamen no cambiaría aunque se tuviera en cuenta a Apple, dado que ambas firmas operan de acuerdo con modelos distintos, y que la cuota de mercado de iOS es menor que la de Android.

Se espera un veredicto definitivo sobre el caso para 2022.