La empresa incipiente Fairphone, dedicada a los “smartphones éticos”, sigue promoviendo su futuro modelo Fairphone 2, y acaba de exponerlo en el Festival de Diseño de Londres.

La compañía presentó el Fairphone 2 en junio de 2015 y el teléfono ya se puede reservar. Está previsto iniciar la producción en noviembre y los despachos “poco después”. Fairphone afirma que ya ha recibido 15.000 pedidos del producto, con lo que da por alcanzado su objetivo de captación de fondos.

La primera generación del Fairphone fue lanzada en 2013. La empresa se comprometió a “asegurarse de que los materiales procedan de minas de la República Democrática del Congo donde no se sufran conflictos, mejorar las condiciones de trabajo del personal de ensamblaje en China y reducir la chatarra electrónica por medio de la recogida de teléfonos desechados en Ghana”.

El Fairphone 2 cuenta con una “arquitectura modular” que se puede abrir y reparar con facilidad, y tiene como resultado “un dispositivo de vida más larga que anima a sus propietarios a asumir la responsabilidad de mantenerlo en funcionamiento”.

Desglose de costes

La compañía también ha publicado un desglose de costes detallado para que los clientes tengan “una visión más ajustada de lo que cuesta fabricar, vender y mantener un teléfono, y así aportar mayor transparencia a la industria”.

El precio medio para el consumidor es de 525 euros. De ellos, 118 corresponden a impuestos y al margen del distribuidor. Así, el precio neto de venta es de 407 euros.

La mayor parte de esa cantidad (340 euros) se emplea en la fabricación del producto. Fairphone observa que “al tratarse de una empresa pequeña, con un volumen de producción relativamente reducido, los materiales representan una parte considerable de los ingresos”.

De esa cantidad, 230,30 se gastan en materiales, 39,10 euros (aproximadamente) en royalties, 37,20 euros en fabricación y 21 euros en las reparaciones incluidas en la garantía.

La cifra también incluye la inversión en proyectos de carácter social y medioambiental. La compañía afirma que dedica 33 euros a invertir en “el desarrollo de teléfonos de elevadas prestaciones y en proyectos que estimulan la innovación social”; 25 euros se emplean en operaciones; y resta un provecho de 9 euros que se puede dedicar a “costes imprevistos y a más inversiones en nuestros programas de impacto social”.

El Fairphone 2 tiene pantalla Full HD de 5 pulgadas y funciona con Android 5.1. Está impulsado por un procesador Qualcomm Snapdragon 801 con 2 gigabytes de RAM, 32 gigabytes de almacenamiento y una ranura microSD, y es compatible con LTE.

En el Reino Unido, el Fairphone se vende (con o sin contrato) a través de The Phone Co-op, “la única red de móvil que es propiedad de los clientes, se gobierna por procedimientos democráticos y facilita la expansión del modelo empresarial basado en cooperativas al ayudar a otras cooperativas a entrar en el mercado y crecer”.

Fairphone tiene intención de presentar el dispositivo en contextos tan variados como la Semana Holandesa del Diseño que se celebra en Eindhoven durante el mes de octubre y el Heldenmarkt de Berlín en noviembre, así como en un acto no especificado que tendrá lugar durante el mes de diciembre en París.

La presentación itinerante ofrece demostraciones prácticas y talleres.