Wilbur Ross, Secretario de Comercio de Estados Unidos, ha anunciado que su gobierno adoptará como principio no conceder licencias a empresas estadounidenses para comerciar con Huawei, a menos que esté muy claro que las transacciones implicadas no ponen en peligro la seguridad nacional.

Ross ha declarado en rueda de prensa que las solicitudes para comerciar con Huawei se examinarán con “presunción de negación”. Con todo, las autoridades quieren evitar, dentro de los límites establecidos por las exigencias de seguridad nacional, que “los ingresos de las empresas estadounidenses pasen a firmas extranjeras”.

Ha añadido que la presencia de Huawei en una lista negra de empresas elaborada por Estados Unidos y el abanico de productos que requieren licencia seguirán igual, pese a las declaraciones del presidente Trump a finales de junio.

Ross no ha especificado qué tipos de transacción podrían suponer un peligro para la seguridad nacional.

En una entrevista con CNBC, Larry Kudlow, asesor económico estadounidense, explica que “en lo que respecta al mercado privado, lo que yo llamo mercancías de carácter general, hemos abierto la puerta y relajado un poco los requisitos de licencia establecidos por el Departamento de Comercio, en los casos que no influyen ni tienen consecuencias en materia de seguridad”.

A modo de ejemplo, ha explicado que algunos fabricantes de chips podrían vender sus productos a Huawei, siempre que se atengan a ciertas restricciones.

No está claro si la firma china se beneficiará mucho de la suavización de las medidas adoptadas contra ella, porque todavía está pendiente de una nueva directriz de Trump. A mediados de octubre, Ross anunció que el Departamento de Comercio emitiría un reglamento provisional para la aplicación de una orden ejecutiva que prohibiría a las empresas usar equipos o servicios suministrados por firmas consideradas peligrosas para la seguridad del país.