Se ha presentado en Estados Unidos un proyecto de ley compartido por los dos grandes partidos políticos que sancionaría a Huawei y otros proveedores de tecnología 5G con sede en China impidiéndoles el acceso a las instituciones financieras del país. En el caso de aprobarse, supondría un nuevo paso dentro de una amplia campaña de actuación contra dichas firmas, justificada por motivos de seguridad nacional.

La llamada Ley de Redes pretende incluir a los fabricantes mencionados en la Lista de Nacionales Designados Especialmente del Departamento del Tesoro, lo que les impediría el acceso al sistema financiero estadounidense.

La presentación del proyecto de ley se debe al senador Tom Cotton. En la declaración que lo acompaña, el político acusa a los fabricantes chinos de “espionaje económico” contra Estados Unidos.

Cotton ha declarado que “no podemos permitir que Huawei y el Partido Comunista Chino tengan acceso a los datos personales de los estadounidenses y a los sistemas de defensa más cruciales de nuestro país”, y ha añadido que Estados Unidos debe hacer frente a lo que ha calificado de “grave amenaza” para la seguridad nacional.

Huawei ha negado en repetidas ocasiones que la República Popular China pueda utilizar su equipamiento de telecomunicaciones en labores de espionaje, como sí afirma el gobierno estadounidense.

En octubre, el Departamento de Justicia de Estados Unidos afirmó que agentes de inteligencia chinos habían tratado de inmiscuirse en un proceso judicial que dicho país había emprendido contra Huawei, si bien no implicó a la propia empresa en dichas acciones.

Varios medios de comunicación informaron en julio de que el FBI (Oficina Federal de Investigación) había expresado preocupación por el uso de equipamientos de Huawei en lugares cercanos a bases nucleares estadounidenses.