El gobierno español llevará a cabo entre el 26 de junio y el 13 de julio una prueba piloto de su aplicación móvil para rastrear mediante Bluetooth contactos con personas infectadas de Covid-19. La experiencia tendrá lugar en la isla canaria de La Gomera con la particularidad de que se simularán 300 contagios del coronavirus entre los 3.000 residentes de la isla que se pretende que instalen la aplicación.

Fuentes de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial han indicado que el resultado de la prueba determinará si se amplía el uso de la aplicación al resto del país, donde las 17 comunidades autónomas han manifestado su interés en disponer de ella. El desarrollo de la aplicación, que estará disponible para dispositivos Android e iOS, ha sido contratado a la firma Indra por un importe de 330.500 euros. El producto resultante será publicado en forma de código abierto.

Las citadas fuentes indican que la aplicación, que denominan de ‘alerta de contactos de riesgo’, funcionará de forma descentralizada, voluntaria y anónima, gracias al uso del protocolo 3D-PT y de  las API desarrolladas por Apple y Google. De este modo, España se une a otros estados europeos como Alemania, Italia, Suiza y Letonia, que ya han lanzado sus propias aplicaciones. El gobierno español afirma que realizando ahora la prueba se obtendrán resultados más significativos, dado que la población ya se ha desconfinado y de este modo se podrán producir contactos. Para el análisis se cuenta con la participación del Barcelona Supercomputing Center, que ejecutará modelos de adopción para determinar entre qué colectivos es necesario llevar a cabo campañas de promoción de las descargas.

En el caso de España, como destino turístico importante, es primordial asegurar la interoperabilidad entre las diversas aplicaciones estatales. En este sentido, la Unión Europea se encargará de gestionar el intercambio de datos para que los ciudadanos puedan seguir utilizando la aplicación de su país cuando se desplacen a otro. Alemania coordina el grupo de trabajo de los desarrollos descentralizados basados en 3D-PT, mientras que España encabeza el que abarca las aplicaciones centralizadas, como la francesa.