Ericsson ha demostrado que su interés por los casos de uso de la 5G va en serio y ha llevado a término un proyecto de automatización en una fábrica de Estonia junto con la operadora Telia.

El fabricante, que hace escasos días comentó con Mobile World Live la importancia de desarrollar casos de uso para la 5G en el marco de la evolución de dicha tecnología, ha desplegado AGV (siglas inglesas de vehículos guiados automatizados), tecnología de realidad aumentada (RA) y sensores ambientales en las instalaciones de 25.000 metros cuadrados que posee en Tallin. Ha utilizado para ello una red privada operada por Telia.

Ericsson afirma en una declaración que dicho proyecto de automatización ofrece “la capacidad, personalización y control necesarios para escalar y consolidar la fábrica conectada”, lo que supone una mejora general en el proceso de fabricación.

Lars Ottoson, director de Supply Site Tallinn de Ericsson, explica que el trabajo de la empresa en la fábrica conectada demuestra la capacidad de las redes móviles para “varios casos de uso de fabricación inteligente”. Entiende que dos beneficios clave son la capacidad de recopilar y analizar datos en tiempo real y la automatización inteligente en plantas de producción. Todo ello contribuye a crear “un entorno de producción más sostenible, eficiente y seguro”.

Robert Pajos, consejero delegado de Telia Estonia, afirma que la fábrica demuestra el potencial de las redes privadas 5G para satisfacer la necesidad de las firmas “de conectarlo todo en su entorno de producción, incluidos los sensores, herramientas, robots, vehículos y productos que manejan o producen”.

Detalles específicos

Ericsson explica que los AGV se usan para transportar piezas desde el almacén a la línea de producción, “una tarea repetitiva, costosa y que requiere mucha mano de obra”. Los AGV permiten que el transporte de las piezas sea más rápido y reducen el riesgo de daños, porque utilizan la red celular para transmitir datos y vídeo, y abrir puertas durante el desplazamiento.

Los visores y terminales de RA permiten la realización de pruebas interactivas en los procesos de control de calidad de los componentes, con lo que facilitan la detección de fallos. Las pruebas de campo descritas por la empresa fabricante muestran que dicha tecnología puede reducir a la mitad el tiempo necesario para resolver problemas en las placas de circuitos.

Por otra parte, los sensores de seguimiento ambiental analizan los niveles de humedad, temperatura, ruido, luz y dióxido de carbono con el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo del personal.

Ericsson declara que la red dedicada tiene “capacidad para atender miles” de dispositivos, cuya disposición puede cambiar cada vez que se modifique la organización de la fábrica.