El gobierno del Reino Unido ha autorizado a Huawei a participar en una parte del despliegue de la 5G en dicho país, si bien no permitirá que el fabricante chino colabore en la instalación de ciertos elementos clave de la infraestructura.

Según The Daily Telegraph, la primera ministra Theresa May ha dado el visto bueno a dicha decisión tras reunirse con los miembros del Consejo de Seguridad Nacional.

Durante los últimos meses, los Estados Unidos han ejercido fuertes presiones sobre el Reino Unido para que vete el equipamiento de redes 5G fabricado por Huawei, debido a los temores de que las autoridades chinas lo utilicen para espiar a gobiernos extranjeros.

Sin embargo, las noticias más recientes parecen indicar que el gobierno británico no comparte plenamente los temores de Estados Unidos y permitirá que la firma china suministre infraestructuras de red que no se consideran clave, como por ejemplo antenas. Con todo, impedirá que Huawei se encargue de los elementos clave de la red, lo que da a entender que los recelos persisten.

Supervisión por parte del NCSC

Los primeros indicios de que el Reino Unido no impondría un veto a todo el equipamiento de Huawei se vieron en febrero, cuando el NCSC (siglas inglesas de Centro Nacional de Seguridad Cibernética, un organismo estatal británico) afirmó que los riesgos que planteaba dicha firma eran limitados.

Huawei ha expresado su satisfacción mediante una declaración que cita el artículo de The Telegraph, y en la que afirma que “la luz verde que nos han dado implica que las empresas y consumidores del Reino Unido podrán acceder a redes más veloces y fiables gracias a la tecnología puntera de Huawei”.

La firma añade que está a la espera de una notificación oficial del gobierno británico, pero se felicita porque “el Reino Unido valora el trabajo de Huawei a partir de hechos objetivos, y seguiremos trabajando con dicho gobierno y con la industria”.

Huawei ha negado en todo momento las acusaciones de que su equipo contiene “puertas traseras” que permitirían actividades de espionaje. Dichas acusaciones han motivado vetos contra la empresa en la instalación de tecnología 5G en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. Con todo, los principales actores europeos se han resistido a imponer prohibiciones semejantes.

Alemania, igual que el Reino Unido, ha anunciado que no excluirá a Huawei de las licitaciones para la construcción de redes 5G. La Comisión Europea también ha desestimado las peticiones de Estados Unidos para que se prohíba el equipamiento del proveedor chino, y dio a conocer en marzo un nuevo plan de seguridad para las futuras redes 5G.