El organismo británico regulador de la competencia podría iniciar una investigación más detallada sobre la propuesta de Broadcom para adquirir VMware por 69.000 millones de dólares (casi 64.000 millones de euros), tras expresar su preocupación por la posibilidad de que dicha operación tenga un impacto negativo sobre la innovación e incremente los costes de componentes informáticos y servidores.

La Autoridad de Competencia y Mercado (CMA por sus siglas inglesas) advierte en una declaración que iniciará una segunda fase de la investigación, a menos que Broadcom presente, en un plazo de cinco días hábiles, propuestas vinculantes desde un punto de vista jurídico que resuelvan las inquietudes del organismo.

Si se diera el caso, la CMA se tomaría otros cinco días para decidir si las propuestas son lo bastante satisfactorias como para evitar una investigación de fase dos.

El organismo explica que la primera fase de la investigación se ha centrado en determinar si la compra de VMware por parte del fabricante de chips estadounidense podría afectar al suministro de productos de software y hardware, y si pone en manos de Broadcom la posibilidad de llevar a sus competidores a situaciones desventajosas.

La CMA considera que VMware ocupa una posición de liderazgo en software de virtualización de servidores y compatibilidad, y que su software es fundamental para los componentes de hardware destinados a servidores vendidos por Broadcom y sus rivales.

Por ello, el organismo regulador teme que el acuerdo permita a Broadcom perjudicar a sus rivales al impedirles suministrar componentes de hardware compatibles con VMware.

También alega que la fusión podría dar lugar a que Broadcom obtuviera información sensible desde un punto de vista comercial, como por ejemplo detalles sobre nuevos productos ya planeados que los fabricantes de hardware rivales de Broadcom suministran en la actualidad a VMware, lo que limitaría la innovación y dejaría a los “clientes en una situación más desfavorable”.

David Stewart, director ejecutivo de la CMA, añade que el acuerdo podría facilitar a Broadcom la eliminación de competidores en un momento en el que la mayoría de las empresas “quiere sistemas informáticos rápidos, con capacidad de respuesta y asequibles”.

La Comisión Federal de Comercio estadounidense y la Comisión Europea también han iniciado sendas investigaciones sobre el acuerdo de Broadcom para adquirir VMware.