Arcep, la autoridad reguladora de las comunicaciones electrónicas en Francia, urge a que se actúe en toda Europa para obligar a los fabricantes a cambiar sus políticas sobre teléfonos móviles, tabletas y altavoces inteligentes, porque entiende que estas ponen cortapisas a la libertad en Internet.

El organismo regulador ha publicado las conclusiones de una consulta con las partes interesadas en Francia. En dichas conclusiones, critica ciertas medidas aplicadas por los fabricantes y productores de sistemas operativos, porque de hecho dirigen a los usuarios hacia contenidos aprobados por las respectivas firmas, a expensas de otros proveedores.

De acuerdo con las regulaciones de protección de la neutralidad de Internet vigentes en la Unión Europea, los proveedores de servicios de Internet no pueden ofrecer trato preferente a ciertos proveedores de contenidos a expensas de otros. Pero Arcep entiende que no se imponen regulaciones del mismo nivel a los propios dispositivos.

Arcep afirma en un comunicado que “el acceso a Internet se realiza mayormente a través de smartphones que se venden con su propio sistema operativo y tienda de aplicaciones, y las limitaciones impuestas mediante el equipo limitan gradualmente la libertad de elección del usuario. Algunas de dichas limitaciones pueden justificarse por razones ergonómicas, de seguridad o innovación. En cambio, otras restringen artificialmente el acceso a Internet y su proliferación.”

La organización cita ejemplos de consumidores que no pueden borrar las aplicaciones preinstaladas, los altavoces inteligentes que dirigen a los usuarios hacia servicios vinculados a su fabricante, y limitaciones en la funcionalidad de las tiendas de aplicaciones.

Propuestas

Si bien observa que habrá que actuar a escala europea, Arcep ha presentado una serie de propuestas que, en su opinión, servirían para proteger la libertad de elección de los usuarios.

Arcep quiere que se establezca una “regulación fundamentada en datos” que se base en información proporcionada por los usuarios finales, proveedores de sistemas operativos y fabricantes.

Recomienda que las tiendas de aplicaciones usen herramientas de comparación, así como criterios de indexación y jerarquización transparentes, con el fin de incrementar las posibilidades de elegir. Por lo que respecta a los dispositivos, afirma que los usuarios tienen que poder eliminar fácilmente las aplicaciones preinstaladas y acceder a productos de proveedores alternativos desde el propio aparato.

Arcep explica que “la preinstalación de aplicaciones, que comporta el riesgo de que se evite el acceso de los usuarios de Internet a ciertos contenidos, ofrece la ventaja de permitir que los consumidores puedan usar el dispositivo desde el momento en que lo sacan de la caja”, y añade que “al mismo tiempo, ciertas restricciones creadas deliberadamente por los fabricantes y proveedores de sistemas operativos limitan la distribución de contenidos y el acceso a determinados servicios en línea, sin que ello comporte ningún beneficio demostrable, y por ello podemos decir que perjudican al usuario final”.

Arcep asegura que el organismo regulador europeo Berec está estudiando la misma cuestión y que no tardará en hacer público su propio informe al respecto.