Apple presentó el martes 13 de octubre el nuevo iPhone 12, habilitados para 5G.

Este sucesor de sus modelos más recientes –el iPhone 11 y el más económico SE– suscita una especial curiosidad, porque Apple va algo rezagado entre los fabricantes de teléfonos móviles de la era 5G. Aunque no sea la primera vez que Apple evita las prisas al sacar un nuevo producto al mercado, esta vez se juega mucho más, porque las ventas del nuevo iPhone se verán limitadas por unos ciclos de renovación más largos y, naturalmente, por la pandemia de Covid-19 (nuevo coronavirus).

También cabe preguntarse si Apple, por sí sola, conseguirá una adopción más amplia de la 5G e introducirá en el mundo una funcionalidad que este no creía necesitar. A continuación examinamos con mayor amplitud las posibles implicaciones, tanto desde el punto de vista de Apple como de la adopción de la 5G.

¿Apurarse a comprar, o esperar a ver?

Lo primero que hay que analizar es la probabilidad de que los actuales propietarios de iPhone adquieran un modelo 5G. La principal ventaja de Apple es que cuenta con una clientela muy fiel. Según nuestra encuesta, más del 90% de los propietarios de iPhone quiere que su próximo teléfono también sea un iPhone, con clara preferencia respecto a los productos de cualquier otro fabricante. Además, los usuarios de Apple suelen gozar de ingresos superiores a la media y están bien situados para costear el precio del nuevo aparato y las correspondientes tarifas de la 5G, en comparación con los clientes de otras marcas.

Sin embargo, varios factores indican que tal vez no se produzca una migración masiva:

* La intención de pasarse a la 5G aún no es mayoritaria. Los datos de nuestra encuesta (véase el gráfico a continuación, haga clic para ampliarlo) indican que los actuales propietarios de iPhone no tienen más probabilidades de pasarse a la 5G que los demás. Tanto los clientes de Apple como los de Samsung que quieren efectuar dicha transición se sitúan en poco menos del 40% en los Estados Unidos (la situación es similar en Europa).

* Las restricciones que pesan sobre la venta al por menor. El espíritu que distingue a la marca Apple, el sistema de probar antes de comprar que favorece al cliente, así como la confianza en las operadoras móviles como canal de distribución, comportan que la firma haya obtenido tradicionalmente grandes beneficios en la venta al por menor. La pandemia de Covid-19 (nuevo coronavirus) ha provocado el cierre generalizado de las tiendas físicas de las operadoras, lo que significa que el 35-40% de las ventas de teléfonos móviles a través de operadoras se trasladarán a Internet, o se demorarán hasta que se relajen las medidas de distanciamiento social. Aunque Apple cuente con una poderosa red de tiendas propias, la reducción del interés por las compras en comercios durante el período navideño podría frenar las ventas de nuevos iPhone.

* La disminución en los ingresos de los potenciales compradores. En un contexto en el que los ciclos de renovaciónya son largos, la disminución de ingresos provocada por la reducción en las horas de trabajo y el desempleo desencadenados por la Covid podría frenar aún más los volúmenes de compra, una vez la ola inicial de entusiastas haya adquirido el nuevo modelo durante el período navideño. Dicho factor se verá influido, en parte, por los precios de los nuevos iPhone. El precio medio de venta al público de los más de 50 modelos de teléfono 5G lanzados hasta ahora es de poco más de 800 dólares (Samsung y Huawei suelen hallarse en la franja superior, mientras que Oppo y Vivo están en la más baja). El iPhone 12, el modelo básico las nueva generación de Apple, cuesta 809 euros, pero su tamaño de pantalla es menor que el de los modelos emblemáticos de otras marcas. Los iPhone 12 equivalentes parten de los 1.000 euros, un 25% más. Hasta ahora, los clientes de Apple han abonado dicho precio con mucho gusto, pero puede que en el actual entorno económico no estén tan predispuestos.

Para Apple, el próximo iPhone supone una encrucijada

Durante los últimos diez años, el iPhone ha sido el principal motivo de que Apple se erigiera en icono empresarial y sociocultural. Pero la saturación en el mercado del smartphone y los prolongados ciclos de renovación en Estados Unidos y Europa, que han pasado de una media de dos años en la era LTE a tres y medio en la actualidad, han ocasionado un período de menor crecimiento en las ventas, hasta el punto de que los ingresos generados por el iPhone en el año natural 2019 han disminuido un 6,6% respecto al año anterior y ahora representan alrededor del 45% de los ingresos de Apple, en comparación con más del 60% hace dos años. Y dichas cifras, por supuesto, son anteriores a los efectos de la pandemia.

En este contexto, el esperado lanzamiento del teléfono 5G no supone tan solo la aparición de un nuevo modelo, sino también una puerta de entrada a la estrategia de Apple para los próximos diez años. Más allá de las ventas deldispositivo, el imperativo estratégico de Apple es retener a los clientes en su ecosistema de contenido y pago, que constituye la base de su modelo de negocio. Por el momento, dicha estrategia se basa en el multimedia, como streamingde vídeo, música y juegos (los servicios de salud también tienen un papel en ella, pero por lo general no son monetizables). La firma no publica con regularidad el número de usuarios de dichos servicios, pero a partir de las cifras publicadas en el pasado podemos inferir una recepción algo tibia.

Así, por ejemplo, Music tenía 60 millones de clientes a principios de 2019, lo que equivale a una tasa de conversión del 6% de la clientela del iPhone. Se rumorea que su servicio de streaming, Apple TV+, tiene un índice de aceptación aún más bajo, y eso que buena parte de los clientes lo recibe sin costo alguno.

Los nuevos modelos 5G ofrece a la empresa la posibilidad de aprovechar las nuevas capacidades técnicas de dichoestándar, en particular la baja latencia. Tras haber optado por agrupar muchos de sus servicios bajo el paraguas de Apple One, dicha tecnología podría proporcionar un vehículo para que Apple reviva mucho de sus servicios más destacados, al incluirlos junto a los que se beneficiarán de la nueva tecnología, como Apple Arcade o Apple TV+. Es probable que Apple cuente, sobre todo, con que las suscripciones a juegos móviles –promocionados como uno de los principales casos de uso de la 5G– atraigan a los usuarios al paquete Apple One y los introduzcan en su ecosistema de servicios.

El punto clave es que, si bien es probable que el nuevo iPhone siga en la línea anterior de introducir avances técnicos incrementales, la tecnología 5G ofrece a Apple una oportunidad de reajustar y reorientar su estrategia de servicios a largo plazo.

¿Qué podría implicar para la adopción general de 5G?

La actuación de Apple tiene una especial importancia, a causa del tamaño, la influencia, el prestigio de marca y el legado que obra en poder de dicha firma. Esto es especialmente cierto en el caso de las operadoras móviles que despliegan redes 5G y aducen los nuevos casos de uso como argumento para vender tarifas de datos más caras. En 2011-2012, el iPhone alcanzó estatus de teléfono emblemático gracias al gran número de operadoras móviles deseosas de capitalizar la nueva posibilidad de ver vídeos en streaming en un teléfono móvil, algo que hasta entonces no se había podido hacer con buena calidad. Como resultado se produjo un período de crecimiento sostenido de los ingresos, en el que se aplicaron primas de precios a las velocidades más altas.

El reto al que se enfrenta la 5G es el de superar la percepción, por parte de los consumidores, de que la nueva tecnología tan solo aporta un nuevo incremento en velocidad, porque la LTE es suficiente para buena parte de lo que se suele hacer en la actualidad con un teléfono. Por ello, el posicionamiento de los nuevos servicios por Apple tiene una gran importancia, sobre todo si se trata de servicios de RA o RV, que aprovechen las capacidades sin igual de la 5G, en la misma línea de introducir en el mundo una funcionalidad que este no creía necesitar. Más que cualquier otro factor –precios incluidos–, ese es el punto clave que permitirá saber si el efecto halo ya pasado de un lanzamiento de Apple tendrá repercusiones sobre la comunidad más amplia de usuarios de teléfonos móviles y operadoras.

No cambien de canal.

– Tim Hatt, jefe de investigación, y Jason Reed, analista principal, Digital Consumer, GSMA Intelligence

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