Jan Koum, confundador de WhatsApp, ha comunicado que abandonará su cargo de consejero delegado, aparentemente debido al conflicto con la empresa matriz Facebook sobre el tratamiento de los datos de los usuarios, el cifrado y los procedimientos para monetizar la aplicación de mensajería.

“Ha llegado el momento de pasar página. He tenido la gran suerte de trabajar con un equipo increíblemente pequeño y de comprobar cómo una dedicación fanática puede dar lugar a una aplicación utilizada por tanta gente en todo el mundo”, afirma Koum en una nota publicada en Facebook, añadiendo que ahora “se tomará un tiempo para hacer las cosas que me gustan más allá de la tecnología”.

“Voy a seguir animando a WhatsApp, aunque ahora lo haré desde fuera”, agrega Koum, que también causará baja en el consejo de administración de Facebook.

Aunque Koum no ha detallado los motivos de su marcha, una información del Washington Post indica que estaba descontento con los intentos de Facebook de utilizar los datos personales de los usuarios de WhatsApp y de debilitar sus estándares de cifrado.

La gota que ha colmado el vaso podría haber sido la filtración de datos a través de Cambridge Analytica, si bien en la noticia se aclara que Koum ya había tomado la decisión antes de producirse el escándalo.

Entretanto, Mark Zuckerberg, consejero delegado de Facebook, ha respondido a la nota de Koum asegurando estar “muy agradecido por todo lo que has hecho para ayudar a conectar el mundo y por todo lo que me has enseñado, sobre todo en materia de cifrado y su capacidad para quitarles el poder a los sistemas centralizados y devolvérselo a la gente. Estos valores estarán siempre en el corazón de WhatsApp”.

Discrepancias

Se cree que tanto Koum como su cofundador Brian Acton, que dejó la empresa en noviembre de 2017, son contrarios a los intentos de Facebook para comercializar WhatsApp, que no contiene publicidad.

También se enfrentaron a Facebook por la creación de un sistema de pagos vía móvil sobre WhatsApp en la India, y consideran que abrir la aplicación a las empresas debilitaría el cifrado de la misma.

Los directivos pretendían evitar que los datos de WhatsApp contribuyan a crear un perfil del usuario que abarque las diversas plataformas propiedad de Facebook, como Instagram y Messenger, perfil que sería utilizado para personalizar los anuncios y para explotar los propios datos.

En agosto de 2016, WhatsApp modificó sus condiciones de uso y su política de privacidad, en busca de “coordinarse más con Facebook” y de “explorar formas de que la gente se comunique con las empresas”.

La medida fue acogida negativamente por los reguladores de EEUU y de Europa.

En la noticia del Washington Post se afirma que hay empleados de WhatsApp que tienen previsto dejar la empresa en noviembre, que es cuando las condiciones de la compra por parte de Facebook les permitirán hacer efectivas sus opciones sobre acciones.

Facebook compró WhatsApp en 2014 por unos 19.000 millones de dólares.