Borje Ekholm (en la foto), consejero delegado de Ericsson, ha expresado su preocupación por la falta de incentivos para que las operadoras europeas construyan infraestructuras de 5G, lo que, según ha declarado al Financial Times, llevará al continente a quedarse por detrás de Estados Unidos y China en el desarrollo de la industria digital.

En una entrevista, Ekholm afirma que la industria de telecomunicaciones europea es “disfuncional” y que las reticencias de las operadoras frente a la inversión en 5G es comprensible, porque existe el riesgo de no rentabilizarla.

Ekholm argumenta que, si el continente se queda atrás en el despliegue de la siguiente generación de tecnología móvil, también andará a la zaga de Estados Unidos y China en la futura digitalización de las empresas.

Explica que “sin la 5G, la industria en general será menos eficiente y menos competitiva”, y que “si se carece de infraestructuras, no será fácil desarrollar la industria digital, y dicha circunstancia causará importantes perjuicios económicos y puede repercutir en millones de empleos futuros”.

Autonomía estratégica
Ekholm ha continuado hablando del papel de Ericsson y de su principal rival, Nokia, en el ecosistema europeo más amplio. Señala que las telecomunicaciones son uno de los pocos sectores en los que el continente goza de “autonomía estratégica”.

Sin embargo, Huawei, el tercer mayor fabricante de infraestructuras, se halla bajo vigilancia e incluso padece prohibiciones en varios países de la región debido a presuntos riesgos de seguridad. Por ello, algunos gobiernos han presionado para que se abran las redes a nuevos actores emergentes.

Ekholm entiende que la situación es “interesante”, al tiempo que expresa su sorpresa por el hecho de que Europa haya actuado de manera no favorable para Ericsson y Nokia, mientras se debatía “la concesión de subvenciones de la UE para el desarrollo de empresas rivales, que en su mayoría tienen su sede en Estados Unidos y Asia”.

En la entrevista, también reitera las críticas a la decisión de su país natal, Suecia, de prohibir a Huawei participar en la construcción de redes. Según Ekholm, dicha medida perjudicará la capacidad del país para competir en el escenario mundial y pondrá cortapisas al libre comercio.

Ericsson ha expresado con particular contundencia su preocupación por las repercusiones que la decisión sueca podría tener sobre sus propias ambiciones en China, un país que considera vital para sus intereses.