El sector de las telecomunicaciones en España necesita una inyección urgente de inversiones y una reducción significativa de la carga fiscal para mantener su competitividad, según ha manifestado Miguel Sánchez, director general de Digitales, en una entrevista con El Mundo.

La patronal española de las telecomunicaciones estima que España debería captar unos 20.000 millones de euros de los 200.000 millones que la Comisión Europea considera necesarios para desarrollar las infraestructuras digitales en el continente en los próximos años. Esta inversión se considera fundamental para garantizar la conectividad de alta velocidad en todo el territorio y reducir la brecha digital entre zonas rurales y urbanas.

Uno de los principales obstáculos para el desarrollo del sector es la elevada presión fiscal que sufren las empresas de telecomunicaciones españolas. Según Sánchez, estas compañías destinan el 6,5% de sus ingresos al pago de impuestos, más del doble que la media europea, situada en el 3%. Casi la mitad de esta carga fiscal proviene de las tasas del espectro, que se establecieron con coeficientes de rentabilidad que ya no reflejan la realidad actual del mercado.

Según Sánchez, el sector también se enfrenta a otros retos significativos, como la falta de talento especializado en TIC y los obstáculos burocráticos que ralentizan el despliegue de infraestructuras. Actualmente hay entre 15.000 y 20.000 permisos pendientes de aprobación, una situación que ha llevado a DigitalES a trabajar para adecuar las ordenanzas municipales a la Ley de Telecomunicaciones.

La patronal mantiene una posición neutral respecto a las estrategias comerciales de sus asociados y las decisiones de la CNMC, pero ha mostrado en cambio una especial preocupación por la protección de los menores en Internet. En este sentido, DigitalES está promoviendo un debate con la sociedad y el Gobierno para abordar los riesgos asociados a contenidos inadecuados, como la pornografía, la violencia o el ciberacoso.