La operadora de infraestructuras independiente Cellnex Telecom ha acordado con Bouygues Telecom la creación de una empresa conjunta que invertirá 1.000 millones de euros a lo largo de siete años para desplegar una nueva red troncal de fibra óptica que interconecte los emplazamientos móviles de Bouygues -5.000 de los cuales ya pertenecen a Cellnex- y los centros de computación en el extremo (edge computing) que constituirán los cimientos de los futuros servicios habilitados por las redes 5G.

Cellnex tendrá el 51% de la propiedad de la nueva empresa conjunta, frente al 49% de Bouygues. La firma, de titularidad italiana pero con sede operativa en Barcelona, se reserva todos los derechos económicos del proyecto, de modo que cuando éste sea rentable recibirá los beneficios íntegros. Este negocio se generará en parte gracias a la prestación de servicios a otras operadoras (como Free, del grupo Iliad, a quien Cellnex ya se comprometió hace unos meses a adquirir más de 8.000 emplazamientos).

La operación con Bouygues representa un punto de inflexión en la estrategia de Cellnex, centrada mayoritariamente hasta ahora en la explotación de emplazamientos de telefonía móvil. Con la nueva red en Francia, Cellnex comenzará a ofrecer también servicios de conectividad fija -hasta ahora sólo lo hace en Catalunya, su territorio de origen, mediante la operadora Xarxa Oberta que utiliza activos de red desplegados en su momento por el gobierno regional de la Generalitat- y de computación el el extremo de la red.

Cellnex ha presentado esta semana sus resultados económicos del ejercicio 2019, que reflejan una facturación de 1.035 millones de euros, el 15% más que el año anterior. Las pérdidas, de 9 millones, representan una reducción respecto a los 15 millones de 2018, y la compañía las atribuye a los costes financieros derivados de su política de expansión.