El pasado mes de agosto, Thaddeus Arroyo, entonces consejero delegado de AT&T México, concedió una entrevista a Mobile World Live en la que afirmaba con rotundidad que el Instituto Federal de Comunicaciones (IFT) mexicano no solo iba a “tomar las medidas adecuadas” para llevar a buen término las reformas iniciadas con la ley de telecomunicaciones del 2014, sino que además aceleraría el proceso.

La reforma se proponía varios y ambiciosos objetivos, el principal de los cuales consistía en acabar con la posición predominante de América Móvil en el mercado. Con este fin, había que promover la competencia y equilibrar el mercado mediante leyes que reforzaran la posición de las empresas rivales ya existentes y de las nuevas que apareciesen.

Pero ha transcurrido más de un año desde entonces y el IFT ha hecho justamente lo contrario de lo que Arroyo, que ahora dirige AT&T Business, anunciaba hace unos 14 meses.

Recientemente, el organismo regulador confirmó la reintroducción de las normas que permiten que América Móvil cobre a sus rivales por efectuar llamadas a sus redes. Se trata de un gran éxito para la controvertida operadora.

Lo más importante es que dicha medida es la primera rectificación significativa de las reformas que se introdujeron hace tres años.

A partir del 1 de enero del 2018, América Móvil podrá cobrar a rivales como AT&T y Telefónica por efectuar llamadas a sus redes, con lo que se pondrá fin a las llamadas “de tasa cero”.

América Móvil argumenta desde hace tiempo que tales normas son “asimétricas”, porque las empresas rivales sí pueden cobrarle a ella por la misma práctica, y afirma que ha “perdido derechos comerciales”, con un impacto significativo en los márgenes de ganancia.

El Financial Times informaba en octubre de que América Móvil había sufrido una pérdida promedio del 40% en cobros a usuarios de teléfono móvil desde que la ley había entrado en vigor.

Si bien la argumentación de América Móvil era válida, e incluso había contado con el apoyo de la Suprema Corte de Justicia de México, la reciente decisión ha sido como un jarro de agua fría sobre AT&T, que entró en el mercado mexicano gracias a esas mismas reformas del 2014.

Una declaración que AT&T ha remitido por correo electrónico a MWL afirma que la decisión “ayuda a la parte preponderante y daña a los consumidores y competidores”.

Un portavoz de AT&T añade que su empresa se siente “decepcionada, porque la nueva tarifa de interconexión supone un paso atrás en el camino iniciado con las reformas”.

Efecto duradero

En efecto, Arroyo declaraba en la entrevista del 2016 que su empresa había invertido en México (mediante las adquisiciones de dos operadoras más pequeñas, Iusacell y Nextel, por una suma total

de 4.400 millones de dólares, unos 3.774 millones de euros) tan solo porque contaba con la voluntad del gobierno mexicano de fomentar la competencia en el sector.

Por aquel entonces también consultó a la IFT para asegurarse de que las reformas tuviesen un “efecto duradero”, a diferencia de otros intentos previos, y preservar la confianza en que el organismo regulador pondría cortapisas efectivas a la posición de predominio de América Móvil.

IFT ha defendido su actuación en una declaración reciente, en la que afirma que la implantación de tarifas de interconexión basadas en los costes “es un mecanismo de las políticas reguladoras que aspira a equilibrar la competencia”, entre otros factores.

Pero ¿era necesario de verdad, en un momento como este, reintroducir normas favorables para América Móvil? Se podría defender que no.

Aunque la entrada de AT&T -una de las operadoras más importantes del mundo- haya reforzado la competencia en México, las cifras sobre suscripciones móviles de finales de setiembre demuestran que América Móvil preserva con firmeza su posición.

La empresa, que opera en el mercado de telefonía móvil mediante su filial Telcel, contaba con 73,3 millones de suscriptores al finalizar el período, frente a los 13,8 millones de AT&T y los 24,5 millones de Telefónica, lo que supone una cuota de mercado del 65%, algo inferior al 70% del cuarto trimestre del 2013.

Un intento condenado al fracaso

Sin entrar a discutir si un declive tan leve se puede considerar suficiente en un contexto más amplio, Wally Swain (en la foto), vicepresidente sénior de mercados emergentes en 451 research, explica a MWL que, a decir verdad, “todo intento de manipular el campo de juego, cuando uno de los jugadores ya ha superado el 70% de cuota de mercado, está condenado al fracaso casi con seguridad”.

Explica que “tan solo las firmas de telecomunicaciones del gobierno, cuya incompetencia no tiene salvación posible, se han viso desalojadas de sus cuotas de mercado, sobre todo porque ellas mismas se lo han buscado. América Móvil no lo ha hecho.”

Y, si bien la decisión sobre interconexiones ha tenido una gran importancia, y su impacto se va a notar en las inversiones futuras que se realicen en México, Swain no cree que AT&T se replantee por ello su posición en el país.

Afirma que “AT&T entró en el mercado porque el gobierno mexicano estaba interesado en la aparición de nuevas empresas, y las tarifas cero por llamada formaban parte de esa política. La reciente derrota no cambia la posición general del gobierno, y es probable que una empresa inteligente como AT&T ya hubiera previsto la posibilidad de que los pagos por llamada volvieran a la situación anterior. No cabe ninguna duda de que la decisión adoptada les perjudicará, pero no por ello cambiarán sus planes sobre México.”

Pero no por eso podemos decir que la aventura mexicana de la empresa no se vea en entredicho.

La posición de AT&T se enfrentaría aun peligro más probable si se anulara el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, como aparentemente quiere conseguir el presidente estadounidense Trump (las opiniones de Trump sobre México tampoco son un secreto muy bien guardado).

Pero Swain considera que podría ser la española Telefónica la que reexaminara de verdad su posición en el país.

Swain explica que “jamás se han sentido satisfechos con la situación de México. Puede que esto sea

la gota que desborda el vaso.”

Por otra parte, no me atrevería a decir que América Móvil se encuentre en una situación de “regreso a la casilla inicial”. Pero, de todos modos, vamos en esa dirección.