Apple ha advertido de que los ingresos del trimestre fiscal en curso se quedarán por debajo de las previsiones, debido a los cierres de fábricas y comercios provocados por el brote de Covid-19 (el nuevo coronavirus) en China.

La firma había previsto en enero que facturaría entre 63.000 y 67.000 millones de dólares (de 58.000 a 62.000 millones de euros) en su segundo trimestre fiscal, el período comprendido entre el 29 de diciembre de 2019 y finales de marzo de 2020, pero ahora ha emitido una declaración en la que afirma que ya no cuenta con alcanzar dichas cifras.

Apple lo atribuye a un retorno a la normalidad más lento de lo esperado tras los días festivos correspondientes al Año Nuevo Chino, celebrado a principios de febrero. Dicho período festivo se ha prolongado para ayudar a frenar la propagación de la enfermedad. Como consecuencia, las fábricas chinas han suspendido sus actividades durante más tiempo del previsto.

Por otra parte, Apple también prevé un descenso en las ventas de dispositivos en China, porque la emergencia sanitaria ha provocado el cierre de todas sus tiendas. La empresa trabaja para volver a abrirlas “con toda la rapidez y seguridad posibles”.

Aunque la demanda de productos de Apple a escala mundial se mantenga, la firma pronostica que la escasez de dispositivos “afectará a sus ingresos en todo el mundo”.

Si bien es imposible prever cómo evolucionará la situación, Apple insiste en que la empresa se mantiene “fundamentalmente sólida, y la interrupción del negocio es temporal”.

El iPhone ha seguido aportando el mayor volumen de ingresos durante el primer trimestre fiscal de 2020, con 56.000 millones de dólares (casi 52.000 millones de euros) sobre un total de 91.800 millones de dólares (unos 85.000 millones de euros). Los territorios de habla china son su tercer mercado más grande después de las Américas y Europa, con ventas que alcanzan los 13.570 millones de dólares (más de 12.500 millones de euros).