América Móvil ha planteado sus argumentos contra ciertas regulaciones presentadas en el 2013 y concebidas para contrarrestar la posición dominante de dicha operadora en el mercado mexicano, porque considera que algunas de las reformas son injustas y comportan la pérdida de derechos comerciales.

Un comunicado de América Móvil citado por Reuters afirma que la empresa se considera perjudicada por la pérdida de derechos a la “recuperación de costes, estabilidad económica y equilibrio financiero”, y la Suprema Corte de Justicia de la Nación está sopesando la posibilidad de anular ciertos aspectos de las cruciales reformas.

La ley de reforma de las telecomunicaciones del 2013 se presentó como parte de una serie de operaciones concebidas para equilibrar el terreno de juego en el sector de telecomunicaciones del país, incrementar la competencia y, como consecuencia, reducir los costes a los que están sujetos los consumidores.

América Móvil afirma en su comunicado que las normas “asimétricas”, que impiden que la empresa cobre a sus rivales por conectar llamadas a su red, son injustas. Las mismas normas de interconexión no se aplican en sentido contrario y las otras empresas no dejan de cobrar a América Móvil.

Según la empresa, “asimétrico no es lo mismo que gratuito”.

Reuters añade que América Móvil considera que las normas sobre tarifas “valoradas en cero”, en particular, habrían perjudicado a IFT, el organismo que regula las telecomunicaciones en el país, y socavado los derechos de Telmex y Telcel, filiales de América Móvil.

No está claro cuándo llegará el dictamen de la Suprema Corte sobre las reformas, pero Bloomberg informaba en junio de que la decisión podría aplazarse hasta una fecha posterior de este mismo año. Observaba que un dictamen favorable a América Móvil contra la norma de interconexión podría implicar que la operadora tenga derecho a reclamar más de 800 millones de dólares (unos 700 millones de euros) en concepto de atrasos.

La reforma del 2013 condujo a la entrada de AT&T en el mercado, después de que la operadora estadounidense adquiriese dos empresas más pequeñas: Grupo Iusacell y Nextel México. Con todo, América Móvil todavía controla aproximadamente dos tercios del mercado de telefonía móvil.