Amazon, en competencia con los altavoces inteligentes de Sonos, ha apostado fuerte con la presentación de todos los elementos de un sistema de audio completo compatible con Alexa, incluido un repertorio de nuevos dispositivos Echo para hogares y vehículos, así como novedades en su asistente de inteligencia artificial (IA) Alexa.

En un acto celebrado en los Estados Unidos, la firma ha presentado diversos equipos de audio entre los que se cuenta el Echo Sub (en la foto), un altavoz de 6 pulgadas para subgraves que costará 130 dólares (unos 110 euros) y se puede combinar con otros altavoces Amazon Echo para mejorar el sonido. Así mismo, ha presentado sendos amplificadores habilitados para Alexa, el Echo Link de 200 dólares (unos 170 euros) y el Echo Link Amp de 300 dólares (unos 255 euros), para afinar y potenciar la calidad de sonido del equipamiento estéreo ya existente, así como el Echo Input de 35 dólares (unos 30 euros), un accesorio con cuatro micrófonos que incorpora Alexa a los altavoces ya existentes.

La firma también ha sacado versiones mejoradas de su serie básica Echo para el hogar inteligente, como por ejemplo el Echo Show (230 dólares, unos 195 euros), con un nuevo diseño provisto de una pantalla más grande de 10 pulgadas, altavoces mejorados e integración con nuevos proveedores de contenido como Hulu; el Echo Plus (150 dólares, unos 127 euros), con un nuevo exterior de tejido, concentrador Zigbee integrado para conectarlo a dispositivos de Internet de las Cosas compatibles, altavoces mejorados y sensor de temperatura, y el Echo Dot (50 dólares, unos 42 euros), también con un tejido de malla renovado y mejores altavoces.

La campaña de Amazon para que Alexa llegue a todos los dispositivos posibles también incluye el debut del reloj de pared Echo Wall Clock (30 dólares, unos 25 euros) que servirá como pantalla para temporizadores, despertadores y recordatorios, así como el primer enchufe inteligente de la firma (25 dólares, unos 21 euros), que es en lo esencial un temporizador compatible con Alexa.

Ha lanzado, incluso, un microondas inteligente (60 dólares, unos 51 euros), que recibe instrucciones para cocinar a través de Alexa.

Ambiciones en automoción

El gigante de la tecnología ya está presente en el sector de los coches conectados mediante alianzas con marcas como Seat y Ford, pero ahora se introduce directamente lanzando el Echo Auto, que inicialmente se venderá por invitación a un precio de 25 dólares (unos 21 euros). El sistema de ocho micrófonos se conecta a la toma de 12 V del vehículo o a un puerto USB, y se conecta con el equipo de sonido mediante Bluetooth o un minijack de audio de 3,5 mm.

Tom Taylor, vicepresidente sénior de Amazon Alexa, afirma mediante una declaración que la firma quiere que los consumidores “puedan acceder a Alexa desde cualquier sitio” y observa que los casos de uso y dispositivos adicionales harán la vida “más cómoda y fácil”.

Renovación del software

Amazon quiere que Alexa sea más inteligente y ha introducido nuevas capacidades con las que el asistente puede atender peticiones en varias fases y proponer acciones basadas en los hábitos del usuario. Un nuevo Modo Susurro permite al usuario conversar en voz baja sin molestar a los demás.

Además, Alexa es capaz desde ahora de reconocer el sonido de rotura de cristales y las alarmas de dispositivos tales como detectores de humo y de monóxido de carbono, en el marco del sistema Alexa Guard de Amazon. Si se detecta algún problema, Alexa enviará una alerta al teléfono o servicio de vigilancia del hogar del usuario.

Rohit Prasad, vicepresidente y científico jefe de Amazon Alexa, explica que la firma ha realizado “increíbles avances científicos” en el desarrollo de la IA de Alexa durante el último año. Observa que se han utilizado redes neuronales profundas para ayudar a Alexa a detectar “fenómenos acústicos que presentan dificultades”, al mismo tiempo que nuevas técnicas ayudan al asistente a aprender con mayor velocidad nuevos idiomas y capacidades, y a mejorar la comprensión contextual y el reconocimiento de habla.

Pero añade que todavía queda trabajo por hacer y apunta que “tan solo hemos arañado la superficie de las invenciones impulsadas por la IA”.