Alphabet, empresa matriz de Google, ha superado las dificultades que la amenazaban en el segundo trimestre, porque un crecimiento del 26% en los ingresos le ha impedido caer en números rojos, a pesar de la multa récord de 4.300 millones de euros impuesta por la Comisión Europea (CE).

Las búsquedas desde dispositivos móviles le han permitido pasar de los 26.000 millones de dólares (unos 22.238 millones de euros) del año anterior a los 32.700 millones de dólares (unos 27.964 millones de euros) del actual. Los beneficios en el segundo trimestre han sido de 3.200 millones de dólares (unos 2.736 millones de euros), un ligero descenso frente a los 3.500 millones de dólares (unos 2.993 millones de euros) del período equivalente del 2017, pero la firma entiende que dicha cifra habría sido de casi 8.300 millones de dólares (unos 7.098 millones de euros), de no ser por la multa.

En el curso de una teleconferencia sobre beneficios, Sundar Pichai, consejero delegado de Google, ha afirmado que la firma aún está analizando la decisión de la CE, que ha juzgado ilegal la práctica de dicha empresa de incluir sus propias aplicaciones en la plataforma.

Google piensa apelar contra el dictamen, pero Pichai apuntaba hace poco en el blog de la empresa que la decisión de la CE obligaría a la firma a cambiar el modelo de negocio con Android y que posiblemente empezará a cobrar a los fabricantes de dispositivos por usar la plataforma. Con todo, en el curso de la citada teleconferencia ha observado que Google “confía en la posibilidad de encontrar la manera de que Android esté ampliamente disponible para los usuarios de todas partes”.

“Nuestro enfoque siempre será constructivo. Apelaremos contra el dictamen de la Comisión y emprenderemos los procedimientos legales que se hallen a nuestro alcance. Pero ante todo buscaremos una solución que preserve los enormes beneficios que Android ofrece a los usuarios.”