Varias naciones, entre las que se encuentran el Reino Unido, Estados Unidos y China, han acordado unificar criterios sobre los riesgos que plantea la IA puntera y se han comprometido a garantizar que dicha tecnología se desarrolle y despliegue de forma segura.

En el marco de la Cumbre sobre Seguridad en Inteligencia Artificial celebrada por el gobierno británico, un total de 28 países, entre los que se hallaban Brasil, India, Nigeria y Arabia Saudí, y toda la Unión Europea, han firmado un acuerdo denominado Declaración de Bletchley sobre Inteligencia Artificial. Por parte española ha participado en la cumbre la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, pocos días después de ser designada para copresidir el nuevo órgano de la ONU para la gobernanza de la IA.

Según el gobierno británico, la declaración cumple el principal objetivo de la cumbre, ya que establece un acuerdo y una responsabilidad compartidos sobre los riesgos, las oportunidades y el proceso a seguir para la colaboración internacional en materia de seguridad e investigación en IA, en particular mediante una mayor colaboración científica.

Los países que han suscrito el pacto coinciden en considerar que un mal uso deliberado de la IA podría plantear riesgos sustanciales y destacan sus inquietudes en torno a la ciberseguridad, la biotecnología, la desinformación, la parcialidad y los riesgos para la privacidad.

La declaración menciona los “posibles daños graves, incluso catastróficos, ya sean deliberados o intencionados, que podrían derivarse de las capacidades más significativas” de los modelos de IA.

Así, los países implicados han acordado fomentar la transparencia y la responsabilidad entre los desarrolladores de IA de vanguardia en lo que respecta a la medición, el seguimiento y la mitigación de las capacidades perjudiciales.

Rishi Sunak, primer ministro del Reino Unido, ha explicado que el acuerdo constituye un hito, puesto que “las mayores potencias del mundo se han puesto de acuerdo sobre la urgencia de comprender los riesgos de la IA”.