El gobierno alemán se plantea adoptar medidas que impedirían la participación de Huawei en el despliegue de redes 5G en el país, porque las sospechas de que dicha empresa constituye una amenaza para la seguridad de terceros países no dejan de crecer.

El periódico alemán Handelsblatt cita fuentes gubernamentales que afirman que las autoridades germanas están valorando la posibilidad de instaurar criterios de seguridad que Huawei no podría satisfacer. También es posible que se introduzcan enmiendas en la legislación alemana sobre telecomunicaciones.

La posición del gobierno respecto a Huawei parece haber cambiado mucho desde octubre de 2018. Por aquel entonces, las autoridades alemanas afirmaban que no veían un motivo legal para vetar la entrada en el mercado nacional de la 5G a ningún fabricante, a despecho de las presiones de los Estados Unidos y Australia.

Estos dos últimos países, y también Nueva Zelanda, han prohibido que Huawei participe en sus despliegues de 5G, porque temen por su seguridad nacional. Otros países han amenazado con emprender acciones similares.

Alemania indicó por primera vez en diciembre de 2018 que recelaba de Huawei. Ese mes, la firma Deutsche Telekom, participada por el estado, anunció que estaba revisando su estrategia en materia de equipamientos para redes.

La firma explicó que se tomaba “muy en serio” la discusión que se desarrolla en todo el mundo sobre la oportunidad de instalar equipamiento de redes producido por fabricantes chinos.

Según Handelsblatt, el gobierno ha afirmado recientemente que la seguridad de las redes 5G tiene una “relevancia extrema” y que la utilizará como criterio en sus futuras decisiones.

Huawei sostiene que las sospechas de que el Estado chino podría utilizar su equipamiento para redes en actividades de ciberespionaje son infundadas y desafía a los gobiernos a presentar pruebas de sus alegaciones.

En un reciente encuentro con la prensa, Ren Zhengfei, fundador de Huawei, ha hecho constar que “jamás haría nada que perjudicara a otro país”.