El Gobierno alemán se dispone a someter a las firmas chinas Huawei y ZTE a una supervisión más estricta, que comportaría imponer restricciones a las operadoras sobre el uso de componentes fabricados por ambas empresas, tres años después de que el país se abstuviera de aplicar un veto absoluto.

El periódico alemán Zeit Online informa de que la agencia de ciberseguridad y el Ministerio del Interior del país han llevado a cabo pruebas durante varios meses para determinar si en las redes 5G hay componentes que puedan poner en peligro la seguridad del país, con resultados inequívocos.

Según la publicación citada, el Gobierno de la República Federal podría no contentarse con prohibir la adquisición de nuevos componentes, y ordenar a las operadoras que retiren el equipamiento ya instalado y lo sustituyan por otro.

A pesar de las prolongadas presiones de Estados Unidos, Alemania, a diferencia de otros países, optó en 2020 por no prohibir el equipamiento 5G de Huawei.

En cambio, promulgó una normativa actualizada de TI que imponía normas más estrictas a los fabricantes y les exigía que garantizaran que su equipamiento no podría utilizarse para el espionaje o el terrorismo.

Reuters añade que la posición del Gobierno alemán parece haber cambiado, porque también ha iniciado una evaluación más amplia de sus vínculos comerciales con China.

Huawei y ZTE siempre han negado que su equipamiento esté siendo utilizado en labores de espionaje.

Ante la posible prohibición en Alemania, un portavoz de Huawei ha declarado a Reuters que su firma se ha labrado un “historial muy bueno en seguridad” durante los 20 años que lleva suministrando tecnología a Alemania y al resto del mundo.