Según la 3GPP, varios grupos de estudio trabajan para clarificar el papel de los satélites y otras redes no terrestres en la 5G, y destaca que la implicación de la industria en dicha tarea es mayor que en otras ocasiones.

El organismo que elabora los estándares ya trató en su Versión 14 la utilidad de los satélites para la 5G. Ahora está investigando, por lo menos, dos áreas de estudio claves para la comprensión de los aspectos técnicos de la integración de las redes de satélites en los despliegues de 5G. Una de dichas áreas de estudio, conocida como TR 38.811 (abajo, en la foto) tiene como objetivo definir en su primera fase escenarios de implantación y parámetros de sistemas relacionados, así como obtener

más información sobre modelos de canal. La segunda fase del estudio tratará la evaluación y definición de la arquitectura y los protocolos RAN.

La otra área es el estudio del acceso vía satélite a la 5G, y busca la identificación de casos de uso para la provisión de servicios mediante acceso integrado con base en satélites. Incluye la identificación de servicios nuevos y ya existentes, y de sus requisitos; exigencias de instalación, configuración y mantenimiento, así como los problemas que plantean las regulaciones en referencia a la conmutación entre redes terrestre y satélite. Se espera que las conclusiones del grupo se publiquen dentro en la Versión 16.

El interés por estudiar el uso de satélites en la 5G surge en un momento en el que empresas como OneWeb, así como SpaceX, respaldada por Elon Musk, están desplegando redes de satélites posicionados en una órbita cercana a la Tierra con el fin de ofrecer Internet de banda ancha por todo el planeta. OneWeb cuenta con el respaldo de varias empresas de gran importancia como SoftBank, Qualcomm, Virgin Group, Airbus Group, Hughes Network Systems, Intelsat y Bharti Enterprises, entre otras.

3GPP explica que la incorporación de redes de satélites contribuirá a hacer posible los despliegues de servicios con 5G en áreas sin cobertura, o con cobertura insuficiente, además de incrementar la fiabilidad y la disponibilidad de dichos servicios en todas partes, lo que favorecerá la implantación de aplicaciones clave para comunicaciones y transportes.