Jeff Bezos, el presidente de Amazon, ha indicado a algunos observadores que “permanezcan atentos” a los planes de la empresa para su smartphone Fire, cuyas ventas no han llegado a despegar. No obstante, Bezos se resiste a reconocer que el teléfono ha sido un fracaso.

En octubre, Amazon asumió un coste de 170 millones de dólares vinculado al teléfono Fire, en el marco de diversas informaciones sobre las pobres ventas del equipo. David Limp, responsable de dispositivos de la empresa, admitió posteriormente que se había cometido un error al ponerle precio, y se procedió a rebajarlo.

Según las crónicas de la intervención de Bezos en la convención Ignition de Business Insider, el directivo asegura que harán falta “muchas repeticiones” antes de poder juzgar el dispositivo. Ello encaja con la promesa de Limp de que se incorporarán nuevas funciones de software “para mejorarlo más y más”.

Re/code indica que Bezos también menciona otros productos y servicios de Amazon que tardaron algún tiempo en cuajar, como los de negocios iniciales de subastas y Zshops, que han acabado evolucionando en el sistema de tiendas afiliadas que actualmente aporta a Amazon el 40% de sus ingresos totales.

Si bien algunas de las características exclusivas del Fire, como la ‘perspectiva dinámica’ en 3D, han merecido elogios, también cabe recordar que son muy pocas las aplicaciones que las utilizan. Y al estar vinculado a la tienda de aplicaciones de Amazon pero no a Google Play, algunos títulos populares son difíciles de conseguir para el Fire.

Además, Amazon comercializa el Fire sólo para algunas operadoras: AT&T en los EEUU, O2 en el Reino Unido y T-Mobile en Alemania. Ello también limita su potencial, tanto internacionalmente como en los mercados donde está a la venta.