Nokia ha salido al paso de las informaciones publicadas que apuntan que Microsoft dejará de utilizar la marca Nokia en su gama de dispositivos móviles. La firma ha aclarado que el popular nombre finlandés no está a punto de desaparecer por completo. En un artículo de su blog, Barry French, vicepresidente de marketing y asuntos corporativos de Nokia, asegura que “puede que no seamos la misma Nokia de hace unos años, pero seguimos aquí, con fuerza, y nuestra marca continúa vivita y coleando”.

 

French alega que, pese a haber vendido su división de Dispositivos y Servicios a Microsoft a principios de este año, la empresa restante -que abarca productos de infraestructura de telecomunicaciones, servicios de cartografía y localización y una amplia cartera de propiedad intelectual- es “sólida financieramente y ha pasado de la debilidad a la fortaleza”.

 

“Hay que recordar que Nokia nació hace casi 150 años siendo un simple molino papelero. A lo largo del tiempo nos hemos reinventado repetidamente con éxito”, añade French.

 

La semana pasada se publicó que Microsoft abandonará completamente el nombre de Nokia en sus dispositivos, conservando en cambio la marca Lumia para los modelos futuros.

 

Se cree que los Lumia 830 (en la imagen) y 730, presentados hace unos días en la IFA, serán los dos últimos dispositivos que se comercialicen bajo la marca Nokia, que Microsoft sustituirá en los dispositivos subsiguientes. Aparentemente, el documento interno también indica que el logotipo de Windows Phone podría dejar paso en los nuevos teléfonos al de Windows que ya se utiliza en los ordenadores y las tabletas, reflejando una vinculación cada vez mayor entre los sistemas operativos de los diversos dispositivos.

 

Precisamente la semana pasada, Stephen Elop, vicepresidente ejecutivo del grupo de Dispositivos de Microsoft, declaraba en el certamen CTIA Super Mobility Week celebrado en Las Vegas que Microsoft está contemplando su negocio de dispositivos “desde un nuevo punto de vista”. Con ello Elop estaba reiterando la posición que ya manifestó en julio, cuando Microsoft hizo públicos 18.000 despidos, una reducción que afecta con especial dureza a la antigua división de Dispositivos y Servicios de Nokia.